lunes, 17 de enero de 2022

(Entrevista y Recopilación) Yo Escribo 2021 - Salvador Alba

Yo Escribo 2021


Entrevista y Recopilación de Relatos



Salvador Alba


Hello Criaturitas del Señor!!!

Como sucedió el año pasado, a quienes me acompañaron en algún momento o durante todo el año en el #YoEscribo2021, mi forma de agradecer y quizá motivarlos a que lo hagan una vez más este año, y por qué no, tal vez que alguien más se anime para este 2022 me comprometí con ellos desde el inicio que lancé la convocatorio el 28/dic/2020 ha crear una entrada especial a cada uno, sé que quizá es muy sencilla y básica, después de pensarlo mucho, que mejor manera para conocerlos que con una a lo mejor no tan pequeña entrevista ya que son 32 preguntas muy sencillas así como también tener todos los relatos que escribieron para este #RetoDeEscrituraBFD2021.

Cada día saldrá una, así que los animo a que vengan a conocer este gran talento que me acompañó esto doce meses.




SALVADOR ALBA


Salvador Alba Márquez nació un 27 de abril de 1984 en Benalmádena (Málaga), donde vive con su familia y se gana la vida como técnico de mantenimiento. Desde niño se mostró muy creativo en casi todas las facetas artísticas, sobre todo en el dibujo y las manualidades. A la edad de once años fue galardonado con un diploma y una placa laureada por destacar con un cuento infantil en el colegio. No fue hasta después de su adolescencia cuando se interesó por el verso junto a la composición musical, a través de aprender por sí mismo a chapurrear la guitarra, llegando a componer más de un centenar de canciones. Tras esta fructífera etapa, le surgió una historia y decidió plasmarla para comprobar si era capaz de escribir más de medio folio seguido. Logró entonces, llevar a cabo Bienvenidos a Soberânia su opera prima, en la que el mismo ha confesado que volvería a reescribirla desde el principio al haber adquirido mejores conocimientos, confesando que es muy mejorable. Con esta incursión en la literatura surgió la pasión que siente por leer y escribir dedicándose a ello en sus ratos libres casi en exclusiva. Su segunda novela es En tiempos de muerte y, actualmente, está a la espera de finalizar su tercer libro Matar al verdugo. También lanzó un libro de práctica de escritura, 80 relatos tuyos.




Salvador: Muy buenas, Eelynn. Es un placer poder hablar contigo. Supongo que querrás hablar sobre tu reto.

Felin: Hola Salvador, pues sí, y entre muchas otras cosas, soy muy curiosa, como quizá ya te habrás dado cuenta y antes de comenzar, pues agradecerte que te hubieras unido al #RetoDeEscrituraBFD ya que fuiste el primer chico que me dijo si, bueno en el reto, que si fuera de toda ya estaría en el valle de las angustias... pero mejor hablemos de lo importante y en este caso, eres tu, conocerte un poco más como persona, como escritor, tus gustos y algún detallito extra.


Yo Escribo


Felin: ¿Qué fue lo que te hizo decidirte a participar en el reto?

Salvador: Mi afición a escribir historias y la palabra “reto”.

Felin: jaja en eso eres como yo, veo reto y ahí me ando anotando, ¿Recuerdas con cuántos relatos participaste?

Salvador: Uno con cada mes del año.

Felin: Muy cumplidito... ¿Cuál te costó más trabajo escribir, ya sea por las palabras o por la inspiración?

Salvador: No recuerdo tener grandes problemas, pero el de “El Escritor” (octubre) me resultó complicado hasta la mitad. La verdad es que no sabía a dónde iba a parar con cada renglón que escribía. Se me pasaron por la mente unas cuatro o cinco variantes, hasta que se me ocurrió el enfrentamiento.

Felin: ¿Te gustaría extender uno de sus relatos para convertirlo en algo más extenso, ya sea relato largo o novela, y cuál es?

Salvador: Precisamente “El Escritor” es uno de ellos, también “Tras Walter Vincent”, ambos creo que tienen muchas posibilidades. Aunque el relato “Mucha Sangre” está basado en mi novela “En tiempos de muerte”, aunque no detallo nada.

Felin: Sin duda esos dos relatos fueron de mis favoritos, y el tercero que mencionas curiosamente fue al revés, primero novela y después un relato, ¿De todos tus relatos cuál te gustó más?

Salvador: “El Escritor”, “Tras Walter Vincent” y “Tres y Rojo” (noviembre).

Felin: El de noviembre, fue I-M-P-R-E-S-I-O-N-A-N-T-E :) ¿Más o menos cuánto tardabas en escribir el relato mensual?

Salvador: Entre veinte y cincuenta minutos.

Felin: ¿Te gustó escribir de esta manera, es decir ya con palabras asignadas?

Salvador: Me encanta, sin ellas me siento perdido.

Felin: ¿Volverías a participar este 2022?

Salvador: Definitivamente sí.

Felin: Y será un gusto tenerte de nuevo!


Mis Gustos Para Escribir y Leer

Felin: ¿Qué hora prefieres o te acomodas más para escribir?

Salvador: Me es indiferente, desde que tengo niños. Antes prefería la noche.

Felin: ¿En una libreta, en el teléfono o directo en la computadora escribes?

Salvador: En el ordenador, mi caligrafía es complicada. Además, es más fácil de modificar los escritos en el pc.

Felin: ¿Escribes, revisas y públicas o eres de los que le dan mil revisiones para pulirlo antes de hacerlo público?

Salvador: Lamentablemente, publico tras una revisión. A los relatos más elaborados les doy una vuelta, los dejo un día, los repaso, se los doy a una gran persona de confianza para que opine y vuelvo a revisarla yo.

Felin: ¿Cómo es el lugar donde escribes?

Salvador: El salón de mi casa, en el sofá, frente a la televisión. Rodeado del desorden creado por mis mellizos, con montones de juguetes a mi alrededor. 

Felin: Donde sea y con el caos infantil de por medio, ¿Tienes algún ritual al momento de ponerte a las teclas?

Salvador: Lo único que necesito es tranquilidad y una bebida energética si es de día.

Felin: ¿Influye en tu estilo las lecturas que realizas?

Salvador: Es inevitable. Y trato que se me pegue lo bueno, pero adaptándolo a mi estilo, sin copiar. 

Felin: ¿Cuántos libros lees al año y algún género en especial?

Salvador: Leo muy poco, lamentablemente tengo que elegir entre leer, escribir y dormir. Si leyese más, escribiría mejor. En cuanto al género preferido, no tengo uno predefinido, pero tiro más hacia el thriller, fantasía, humor, acción y terror.

Felin: ¿Quién es tu autor o autores de cajón (favoritos) y que novela no te cansas de recomendar a todo el mundo?

Salvador: Me encanta Arturo Pérez-Reverte, en general. Un libro que me ha encantado y recomiendo es Macbeth de Jo Nesbo, es una adaptación a la novela negra del clásico de Shakespeare. En cuanto a autores independientes, no tengo a un solo autor preferido, es más no nombraré a ninguno por no hacer el feo a los demás, pues con cada uno nuevo que descubro se añaden a la lista de seguidos. Un libro que me fascinó y que suelo recomendar cada vez que me acuerdo es “Cuando despiertes, procura recordar” de Ramón Casadó Sampedro. Es una novela muy poco valorada y desconocida.

Felin: Ambas novelas que mencionas no las conozco, así que si me las anoto y quizá en un futuro las pueda conseguir y leer, ya te contaré.


Mi Trayectoria

Felin: ¿Cómo iniciaste en este mundo de letras?

Salvador: Comencé componiendo canciones. Un día, tras llegarme una idea, y la curiosidad por si era capaz de escribir más de medio folio seguido, me puse a ello y de ahí salió una novela de unas 90.000 palabras. Nunca debí haberla publicado, pero ahí está: mal corregida y con muchos errores, no solo de puntuación. Por ese motivo lo explico en el prólogo y está a 0.99 € en digital.

Felin: ¿Tienes obras ya publicadas, y de ser así, cual es tu mayor orgullo (ya sé que dirán todas, pero alguna será su consentida por diversas razones)?

Salvador: Tengo “Bienvenidos a Soberânia”, la primera, la que escribí sin conocimientos; “En tiempos de muerte” mi novela Z en la que combino el mundo friki con acción, humor, amor, ternura y drama. Y “80 relatos tuyos”, es un libro con propuestas para que quien lo adquiera escriba 80 relatos y practique la escritura. La que más trabajo e inseguridades me está llevando es “Matar al Verdugo” (no está publicada) espero que sea decente, pero mi preferida, creo que no tengo aún.

Felin: ¿Dónde has publicado?

Salvador: En mi blog, el blog de LLEC, Amazon y grupos. No me preocupo por buscar otros medios.

Felin: ¿Sobre qué temas o géneros te gusta escribir y de cuál nunca lo harías?

Salvador: Me gusta escribir un poco de todo, aunque lo que acabo escribiendo son los problemas de la sociedad. La verdad es que tras cada locura o seriedad mía, hay un tema serio o problema social. En los relatos quizás no tanto.

Felin: ¿Qué prefieres o que puedes escribir con más facilidad: relatos o novelas?

Salvador: Los relatos me salen con más facilidad. En las novelas me lleno de dudas y variantes posibles y acabo nervioso ante la indecisión e inseguridad.

Felin: Sinceramente no me creo eso de que te llenes de inseguridad y nervios, siempre te veo muy muy decidido. ¿Cómo es el proceso que tienes para comenzar a desarrollar una historia?

Salvador: Tengo una idea, ya sea el final o el principio. Me siento y escribo metido en el papel cuando tengo decidido quién narrará la historia y el personaje principal. Soy de brújula. Si la historia va a más ya cojo papel y comienzo con los apuntes y estrategias.

Felin: ¿Cómo definirías tu estilo?

Salvador: Libre. ¿Por qué? Porque no tengo ni idea ja, ja, ja.

Felin: jajaja ¿Proyectos nuevos para publicar este 2022?

Salvador: Están por llegar “Matar al Verdugo”, un thriller policíaco con decenas de muertes y otra que no tengo claro el título, de humor, policíaco y sexo. 


Mis Pasiones

Felin: ¿Día o Noche?

Salvador: Día, se ve mejor.

Felin: ¿Lluvia o Sol?

Salvador: Sol, da alegría.

Felin: ¿Playa o Montaña?

Salvador: Montaña, la sal del mar es molesta.

Felin: ¿Té o Café?

Salvador: Si está muy dulce, ambos.

Felin: ¿Solo o Acompañado?

Salvador: Solo, así nadie te molesta.

Felin: ¿Con Luz o Sin Luz?

Salvador: Con luz, por favor.

Felin: ¿Dulce o Salado?

Salvador: Dulce, dulce y dulce.

Felin: Eres de los míos jaja, ¿Ebook o Papel?

Salvador: Papel, la duda ofende. Aunque consumo también en digital.

Felin: Es que en estos tiempos no siempre se puede, y bueno tu con dos pequeños en casa... yo ya no tengo espacio ni solvencia económica.

Salvador: Pues gracias por esta gran entrevista, Eelynn.
 Espero que les haya gustado a todos el conocerme un poco más.
¡¡¡Nos leemos!!!

Felin: Para mi y creo que todos los que te leyeron fue un placer tenerte aquí y que compartieras tus relatos, y espero, así como lo dijiste al inicio, verte en el #YoEscribo2022, y gracias de nuevo, un gusto verte por aquí!!!






Enero

Consecuencias

Soltamos la ouija al estallar la ventana. Mi mujer corrió asustada hasta el jardín, yo quedé paralizado por el miedo. La noche se volvió fría repentinamente y fui con mi mujer. Tenía una rosa aferrada en su puño ensangrentado por las espinas. Desde entonces, nuestro hogar se convirtió en un infierno.







Febrero

Deshecho

A la luz de las velas contemplé tu rostro, cada facción que te hace un ser único en la faz de la tierra. Me fascinó el fuego de tu mirada: intenso, cálido y perverso. Más tarde se avivó con nuestras caricias y besos, fué entonces cuando te puse la corona de la reina de la lujuria y me deshice en tus brazos como arena del desierto esparcida por el viento.







Marzo

Voy tras un licántropo. Ninguna de las balas de PLATA le ha alcanzado, su mordedura ha mermado mis capacidades. Veo como vuelve a su forma humana y entra en un BAR. Hago lo mismo escondiendo mi arma en la chaqueta. Recorro con la mirada cada cliente y observo a mi presa sentado en una mesa con una cerveza. Me sonríe. Sabe que aquí no puedo hacerle nada. Salgo y espero. Observo una FLOR entre la NIEVE y me da esperanzas. Veo al hombre lobo salir a toda prisa, parece haber aumentado sus poderes y lo pierdo de vista. La flor vuelve a llamarme la atención y noto un dolor sordo en mi espalda. La vista se me nubla y pierdo la vida.







Abril

La Despedida

En esta noche en la que nos despedimos de nuestra relación con sexo y pasión el VIENTO sopla fuerte y las nubes se van deprisa despejando el CIELO. Parece como si quisiera llevarse los males que destruyeron nuestra convivencia, nuestra vida juntos, el proyecto de futuro que nunca se llevará a cabo. Al DESPERTAR, nos miramos y sentimos un profundo cariño que se puede confundir con amor, pero sabemos que se desvanecerá en cuanto no nos pongamos de acuerdo en el menú de la cena. Ya no hay marcha atrás, solo queda despedirnos, vivir cada uno por su lado y OLVIDAR el daño que nos hicimos.







Mayo

Tras Walter Vincent

La hoguera delataba la posición del convoy. Si me daba la suficiente prisa, lo alcanzaría en un día. De haber luna llena podría haberme acercado en aquel momento, pero no quería correr el riesgo de despeñarme por un precipicio, no conozco el lugar.

Con la primera luz del amanecer me puse en marcha. No dejé de mirar la ligera columna de humo que dejó el campamento de ese malnacido de Walter Vincent. Juré que me las pagaría y no descansé hasta que lo hizo, pero faltaría bastante tiempo hasta entonces. El amor por mi esposa se aferró a lo más profundo de mi alma y su recuerdo me dio las fuerzas necesarias para vengar su muerte.

Cuando el sol más abrasaba y el convoy bordeaba el río Cliford, vi desde lo alto de un risco cómo mis enemigos eran atacados por un buen grupo de indios Plumas Blancas. No sabían lo que hacían… Al igual que yo… Me dispuse a contemplar el espectáculo.

Los hombres de Vincent se apostaron estratégicamente al oír los gritos de los nativos. A pesar de atacar primero lanzando flechas desde sus caballos, fueron cayendo uno a uno con cada estruendo de rifle accionado. Los jinetes que lograron acercarse, hachas en mano, cayeron también. Solo uno logró herir a un bandido en el cuello antes de morir.

La balacera cesó, reinó la paz y continuaron la marcha. Cuando llegué a la zona del conflicto, un Pluma Blanca se acercaba hacia mí y perdió el conocimiento. No me quedó más remedio que sacarle la bala de la espalda, coserle la herida y ponerle un vendaje. Al despertar le ofrecí comida y vino. Aceptó. No hablábamos el mismo idioma, por lo que no nos dirigimos palabra alguna.

Con el fuego ya extinto, hundió una mano en la caliente ceniza y me dibujó tres líneas a cada lado de la nariz para hacer lo mismo en su cara.

Había perdido un tiempo precioso al socorrerle, pero gané un hermano fiel para el resto de mis días.







Junio

El Principio Del Fin

Una mancha de proporciones aberrantes cubría el cielo de una tarde de Junio. Adriano conducía su auto, un Dodge Challenger azul que contrastaba con la luz del sol. Conforme recorría kilómetros, su entorno se llenaba de oscuridad hasta parecer estar en plena noche. Aquella mancha paranormal parecía transformar todo cuanto abarcaba, incluso el aire se respiraba húmedo, frío, parecía como si la muerte se metiera en los pulmones, con la diferencia de que el olor no era nauseabundo, ni siquiera fétido, era algo… agradable, se podía decir. Adriano detuvo el auto en un precipicio, se bajó y contempló desde el filo el pantano que tenía a sus pies. No era normal, el agua que reflejaba la oscuridad del cielo parecía estar iluminada desde más allá de sus entrañas. El entorno no tardó mucho en enmudecer, y comenzó un ligero temblor que espantó a aves y demás animales terrestres. En el centro del pantano, se abrió un agujero por el que un haz de luz salió disparado hasta más allá de las nubes y por el que una criatura extremadamente delgada, bípeda, de color blanco y miembros nervudos levitó hasta quedarse a varios metros por encima del nivel del agua. Adriano sacó su cámara profesional y fotografió al ser.

—No sabes cuánto tiempo llevo tras de ti. Ahora tengo que darte caza, antes de que el fin del mundo se haga posible con tu resurrección.







Julio

Una Mala Sugerencia

Aunque he dormido todo un día con las pertinentes pausas para alimentarme, sigo teniendo mucho sueño. Los tres días encerrado en aquella mazmorra han hecho mella en mí. Menos mal que me inyectaron un fuerte sedante en el hospital, no podía quitarme de la cabeza la cara de aquella maldita bruja. Como tampoco los calcetines verdes que llevaba puestos cuando me amputó el pie izquierdo de un hachazo. Dijo que me dejaba vivo por la lealtad profesada durante todos estos años de convivencia, pero que no me perdonaba que le hubiese sugerido una dieta a base de fruta y verduras.







Agosto

Mucha Sangre

Veintisiete ZOMBIS son los que acabo de decapitar, ni uno más ni uno menos. Y lo sé porque los he contado. Por mucho que me empeño no logro batir mi marca de treinta y dos. ¿Aparecería en el LIBRO Guinnes de los récords? No, no lo creo, además, no estamos los humanos para semejantes gilipolleces en estos… En Tiempos de Muerte. Bueno, supongo que es una buena marca, tendré que afilar de nuevo mi espada y seguir entrenando hasta moverla tan rápido como un COLIBRÍ mueve sus alas…

 ¡¡¡Auch!!! Vaya mierda, si es que no se pueden hacer dos cosas a la vez, ¿quién me manda a mí cortar zanahorias y hablar al mismo tiempo? Bueno, voy a curarme la herida, que con tanta SANGRE van a venir todos los zombis de la zona…. ¡cóño! Qué buena idea, así podré batir mi marca. Pues nada, dejo para luego la cocina y a afilar la espada que toca batir el récord.







Septiembre

Desde Mi Castillo Celestial

Llevo una ETERNIDAD observando desde mi castillo celestial las infinitas e insignificantes vidas que habitan la Tierra. Antes que los humanos, la habitaron otras razas que fueron predominantes en diferentes épocas, pero se fueron extinguiendo una a una. Los dinosaurios, una raza acuática similar a las sirenas y tritones, otros seres a los que ahora se les denominaría como pre-humanos... Todas y cada una de ellas acabaron por destruirse a sí mismas o yo les enviaba distintas pruebas que ellos llamaban catástrofes naturales. No superaron ninguna. Los dinosaurios estuvieron a punto de lograr mi ideal de sociedad, pero comenzaron a pelearse entre ellos por no sé qué territorio, no sé qué lago en el que me baño, que si este velocirraptor es mío porque para eso lo mantengo, que si yo no hago nada porque soy el más grande y te doy un bocado que cagas… en fin, cosas de dinosaurios. Con los humanos sucedió lo mismo desde el primer momento, pero me contuve pensando que el problema era yo, que exigía demasiado. Un día decidí dejarlos a su suerte y no controlé el clima. Me dediqué a mirar. Los cabrones no morían ni a tiros, primero lograron ser la raza en la cúspide de la cadena alimenticia, luego se asentaban en un lugar y no los movía ni Dios, es decir, yo. Que se inundaba su poblado, pues en vez de buscar otro sitio seguro, volvían a levantarlo para años después volver a pasar por lo mismo, que había un terremoto y se les venía la casa encima, pues por cojones la volvían a levantar para volver a caérseles encima más adelante. En fin, en vez evitar el caos, se enfrentaban a él. Ahora, con su superpoblación, y en un inmenso CAOS formado por miles de millones de microcaos, ya me he hartado. Definitivamente no aprenden. Prefieren una vida llena de desigualdad, abusos, discriminaciones, sometimiento y humillación en todos los aspectos de sus vidas a crear un mundo en el que todos tengan cabida, nadie pase necesidades y la felicidad esté por encima de todo. Ni descubriendo un MANIFIESTO que enterré hace siglos, ha cambiado la cosa, pensé que saldría a la luz como unas sagradas escrituras que poco a poco modificarían su conducta, pero por lo visto la iglesia católica lo ha destruido y ha silenciado a sus descubridores. Solo les daré una nueva oportunidad, pero eso será el OTOÑO que viene. Nos veremos entonces… ¡¡¡Ja, ja, ja!!!







Octubre

El Escritor

No sé durante cuánto tiempo más podré aguantar. He logrado despistar a mi perseguidor y ocultarme en esta habitación de hotel bajo una identidad falsa. Es de noche, descanso intranquilo, miro por las rendijas que dejan las cortinas y ahí está el hijo de perra. Sabe que estoy aquí. Atranco la puerta de entrada con una silla y logro dormir casi dos horas, me levanto en su busca y no está, pero su coche sí. Mantengo la calma y decido volver a huir. La ventana tiene una cornisa que da al edificio de al lado y la recorro mochila en espalda. El edificio es un concesionario de coches al que accedo por la puerta de la azotea, que está mal cerrada. Consigo las llaves de un Jaguar morado y huyo a toda velocidad atravesando la cristalera, haciendo sonar la alarma. En cinco minutos me alcanza el hijo de perra. Ni realizando un cambio brusco de camino logro despistarlo. Son las cinco de la madrugada, siento que me juego la vida en cada curva, por lo que decido parar el coche en el aparcamiento de un centro comercial para afrontar mi destino. Nos bajamos del coche quedando frente a frente, puño a puño. No hay nadie alrededor, echamos a correr y chocamos revotando el uno contra el otro. Quedo aturdido, pero me levanto. Me acerco despacio, me llevo la mano al costado y noto sangre, después dolor. Mi enemigo yace en un charco de sangre enorme que emana de su garganta. Me agacho sobre él y termino de decapitarlo con mis manos desnudas. Sé que otro vendrá para darme caza, la Orden de las Manos Mortíferas me considera un desertor, y nadie les abandona sin quedar impune. En el asfalto escribo con la sangre de mi enemigo una breve frase, sé que con ella conseguiré que el próximo se lo piense dos veces antes de perseguirme, por algo me llaman el Escritor.








Noviembre

Tres y Rojo

Aquella mañana decidí asumir mi naturaleza, seguí el patrón de las baldosas rojas y blancas de la avenida principal, pisaba solo las blancas para colorearlas, teniendo que dar un pequeño salto cada tres de ellas. La gente me miraba extraño e incluso me tomaban fotos o me señalaban y llamaban loco. Pobres imbéciles.

Cuando no pude seguir el patrón, obvié mis manías y continué dirección al bosque. Estaba cansado de caminar y vi acercarse a un ciclista que no me quitaba el ojo de encima. Sin pensármelo un segundo, me abalancé sobre él al llegar a mi altura, y estando a horcajadas le asesté tres puñaladas en el pecho. La segunda le había causado la muerte de forma casi instantánea, la tercera fue provocada por mis manías. Le arrastré detrás de unos matorrales y me fui en su bicicleta rosa. Varios ciclistas se cruzan en mi camino poniendo el grito en el cielo, y decido salirme del camino.

No entiendo el desconcierto, pues el rojo es un color precioso y voy teñido de él: mis piernas, mis manos el torso y la cara son una auténtica sangría. Lo más bonito que existe en esta vida es el rojo, y no hay rojo más puro que el color de la sangre. Me canso de ver tanto verde y al fin, en un claro, puedo ver la salvación a la fealdad de todo lo que me rodea. Una pareja retoza semidesnuda sobre una manta a rayas azules y blancas. Para mi disfrute, no captan mi atención, a pesar de no tratar de ocultarme ni avanzar con sigilo.

A un metro de ellas, desmonto de la bici, me abalanzo sobre la mujer que está encima y le asesto tres puñaladas rápidas en la espalda. La aparto de un empujón y propino a la que me mira aterrada tres puñaladas en el torso. Una de ellas le ha dado en el cuello, y la pobre mujer se ahoga en su propia sangre. La otra mujer se revuelve contra mí y la vuelvo a apuñalar, esta vez incluso en el rostro. Siete, ocho, nueve, diez… no paro hasta llegar a treinta y tres, para cerrar el círculo del tres. La pobre ha muerto en la sexta u octava cuchillada, y yace con la vista perdida en el cielo. Su pareja continúa ahogándose. La veo dar los últimos estertores hasta que se le va la vida.

Y me tumbo entre las dos, en una manta ahora roja, los tres impregnados de rojo formando el número tres con nuestros cuerpos en números romanos. Oigo sonar unas sirenas, pero no me importa… el rojo me protegerá. Deslizo el filo por la muñeca derecha, luego por la izquierda. Oigo las voces de la policía. El tercer corte cercena mi cuello y noto el sabor del rojo. Rojo y número tres… no puedo... ser… más feliz.







Diciembre


El Karma

Mis amigos querían ir al lago, pero fuimos a la playa. No tenía ganas de lidiar con los mosquitos, y como soy quién conduce, yo decido.
Nada más llegar y soltar los bártulos, el karma me la jugó y me picó una avispa en la punta de la nariz, vi las estrellas a pleno sol. Presa del dolor, accedí a que me orinaran encima, lástima que quién tenía ganas era Alfonso y no Lucrecia. El dolor continuó igual, pero nos echamos unas risas a mi costa, sobre todo porque lo de orinar es para las medusas, no para las picaduras de avispa.
Disfrutamos de la playa entre juegos en el agua y en la arena. Tomaba el sol con la nariz como la de Fofito cuando una muchacha se acercó a mí sorprendida por el tamaño y color de mi apéndice más prominente. Me hice el dormido ante tal belleza y cuando abrí los ojos sus glúteos apuntaban hacia mí, parecían dos lunas unidas en un cuerpo celestial. Me enamoré al instante, pero ella lo había hecho de Lucrecia, pues se besaban apasionadamente y se manoseaban sus posaderas conmigo como sujetavelas.
Para terminar el día, a eso de las cinco de la tarde, los presentes se pusieron a recoger a toda prisa. Decían que pasaba el Melillero, un barco que llegaba de Melilla al puerto de Málaga. No entraba en mi cabeza que un barco pudiera causar un tsunami. Y comencé a observar y a recoger incrédulo. Todos se retiraron y yo me quedé con los bártulos a la espera de la gran ola.
Y llegó. Una olita de unos cincuenta centímetros y que abarcaba todo el ancho de la playa. Una olita de mierda que no se detuvo en la orilla y continuó hasta unos quince metros más allá del límite habitual. Solo me hubiese mojado los pies si una señora no me hubiese empujado al huir despavorida. Mi ropa seca y yo acabamos empapados, y por eso tuve que volver a casa con la falda de Lucrecia.
La próxima vez iré donde me digan mis amigos.





Primera Novela



Próxima Novela Y no es portada definitiva








Y terminamos una gran entrevista con un autor que se lo he dicho, lo admiro y que gracias a él empecé  a ser mucho más activa en LLEC.

Mañana tenemos otro invitado, quién será???

Gracias y nos vemos mañana, un beso!!!





 

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