Entre paisajes escoceses, Isabel encuentra el amor de su vida. Cuando cree que todo su pasado tormentoso se ha ido para siempre, su mente queda atrapada en un bosque tenebroso del que no halla cómo salir. La depresión, el suicidio de su madre, el duelo de un padre resentido y el rechazo de su hermana mayor la llevan a tocar fondo más de una vez.
Clara -una mujer cariñosa y misteriosa- ha regresado para ayudar a Isabel a encontrar otra vez su camino. ¿Logrará Isabel revivir de entre las cenizas de su pasado? Cuando parece que todo se desmorona, descubrirá que, a pesar de todo, la vida guarda hermosos misterios.
Me parece que esta cuarta entrega es la más desangelada de la serie, sentí a los personajes con una desesperación, miedo, frustración… miserables y parece que la autora lo único que deseaba transmitir era que sintiéramos pena por ellos, no empatía, pena, lo que me parece es una completa lastima.
Entiendo el sentir de Isabel y los “motivos” que la llevan a hacer aquello, fue un cúmulo con el que ya no podía, se siente desbordada atrapada y aparece Clara, alguien que me sorprendió y comienza a escuchar a Isabel, algo que necesitaba… y después descubrir quién era en realidad, es que no me lo esperaba.
Me gustó ver a personajes que ya habíamos conocidos en los libros anteriores, pero también debo reconocer que a veces los sentía de relleno o para querer hacernos sentir más miserables con sus vidas, aunque hay detalles que me gustó conocer, a estas alturas y conociendo Glen Avich y el estilo de las demás novelas, tenemos ese toque paranormal que hacen de alguna manera única las tramas, ya que tienen cierta importancia, le dan esa magia, pero la autora prefiere enfocarse más en la superación de sus personajes después de un trago amargo o difícil de su vida y hacer que eso sea solo un complemento y no enfocarse en ello, aparte que aprovecha dejar mensajes en algún momento que uno puede aplicar a la vida, vamos, tampoco se me espanten de que encontrarán algo de autoayuda aquí, simplemente a las experiencias que nos narra les quiere o da sentido alguno y hacer más realistas sus tramas. Quizá en este punto, es devir cuarta novela, tenía la esperanza que quisiera sorprender más al lector y nos ofreciera un poco más que el sello de la propia serie, pero vuelve a ocupar el mismo estilo, formato, aunque me parece que de desgracias hubo un exceso en esta ocasión.
Bueno, quizá este sentimiento que despertó en mí la lectura es el tema central que tiene la trama y quizá esté tan bien reflejado, que lo plasmó demasiado bien que se me ha hecho excesivo, a pesar de tener un final bueno, no puedo decir que es linda la historia dado el panorama que tienen los personajes y la reacción que algunos tienen sobre la depresión, digo no esta mal hablar, tratar este tema pero creo que hay que saber medir y saber en qué momento hacer un cambio y no enfocarse todo el tiempo en este padecimiento, ya que en lugar que sea una lectura que se pueda disfrutar, te lleva sentir cosas desagradables, tristeza, soledad y miedo… como Isabel y otros personajes.
No Tengas Miedo a pesar de seguir en la misma línea que las demás novelas que es alguien completamente roto regresar a “casa” para sanar y algo místico, paranormal estará ahí para ayudar en el camino, pero en esta ocasión los sentimientos de tristeza, soledad entre otras cosas las plasmó quizá tan bien que en lugar de ver una historia bonita con un buen desenlace, no lo ha conseguido y sentimientos encontrados y mayormente negativos encontramos aquí, a pesar de que como de costumbre la autora intenta dejar reflexiones que se pueden aplicar a la vida, pero en esta ocasión una nube gris, así como tienen sus personajes logra transmitir al lector.
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