¡Hola! Déjame que me presente. Soy Vanesa y esta es mi historia; bueno, parte de mi historia.
A punto de cumplir cuarenta años, una mujer piensa que sabe lo que hace hasta que le ponen delante una tarta estilo «maría»; ahí tu mundo se descontrola y pierdes el norte o, quizá, lo encuentres. Eso me pasó a mí, una tarta y unos calzoncillos fueron el inicio de un romance con un chico diecisiete años más joven que yo, y que consiguió poner mi mundo patas arriba.
El miedo al qué dirán juega un papel importante, pero ¡qué narices! Soy una mujer que quiere demostrar al mundo que no hay restricciones para el amor, aunque ello me ocasione algún que otro contratiempo.
Si quieres, te contaré mi historia desde esa noche hasta hoy. ¿Te animas a leerla?
Es la primera vez que leo algo de Klara, por lo que en realidad no sabía que podía esperar y como no soy mucho de leer reseñas o comentarios para no hacerme spoiler, pues me animé con esta novela a pesar de tener otra opción, pero vamos, que este título llamó mucho mi atención y por eso decidí empezar con este y omg, omg.
Narrado en primera persona conoceremos a Vanesa, madre de Claudia, está a punto de cumplir los cuarenta años, algo que la tiene un pelín desquiciada de que quizá de un día para otro se encuentre patas de gallo o la cabeza blanca, algo irreal hasta la forma en que lo narra es divertida ver todo eso que piensa y que la mujer no tiene filtro a la hora de expresarlo. Teniendo una buena relación con su hija, le pide que la acompañe a ver a unos amigos que tienen una banda, el único problema es que le dieron pastel de María (o era algo así) y ella en su inocencia se lo comió con placer al no recibir una advertencia clara de que era. Es por eso que al día siguiente, no despierta sola y está usando unos horrendos calzoncillos de alguien que dice que son los de la suerte.
Rubén, como buen samaritano, se ofreció a acompañarla, aunque el después se lo confiesa, Vanesa lo veía como el amiguito de su hija, obvio es mucho menor que ella, pero el niño sabe pintar dentro de las líneas y comienzan una relación un poco extraña, por supuesto, las telarañas… los prejuicios de la diferencia de edades están presentes, pero aun así, a pesar de tener aliados que hasta se emocionan por esta oportunidad que se está dando, también están las amistades que le piden que lo considere debido a que puede salir lastimada, incluso hasta un mote se ha sacado gracias a un policía, que por cierto es divertido verlo “burlarse” un poco de ella y sus novios. Pues total, deciden darse una oportunidad y aunque por ahí se da un drama (muy justificable), el final es tan bonito, ver como el amor real no tiene prejuicios de ningún tipo, que me emocioné al leerlo, sí, ya sé, esto es un spoiler y a la vez no, si es lo que yo considero comedia romántica, obvio que el final es ese que se imaginan.
Aunque la historia se enfoca en ellos y que en realidad tampoco es muy larga, tenemos la oportunidad de conocer a muchos personajes que como dije, algunos serán aliados y serán parte importante para ese final.
Con una pluma ligera, sencilla, entretenida, diálogos ingeniosos, buenas descripciones y personajes bien perfilados y únicos y muy reales cada uno, es en verdad una lectura que disfruté y me enamoré de la pluma de la autora.
A pesar que este tipo de relaciones podrían ser un poco tabú para algún sector de la sociedad y más que estamos acostumbrados a ver a los hombres con chicas, y cuando sucede al contrario, las críticas y los peros nunca se hacen esperar, Klara toma el tema me parece de una manera muy natural, divertida, dándole hasta momentos de drama, que hacen aún más creíble la historia, y bueno con esos personajes que te conquistan de mil maneras, en verdad es una lectura muy recomendable.
¿Qué Hago Yo Con Estos Calzoncillos? Fue una historia que me sorprendió por la pluma ligera, sencilla, fluida, los diálogos ingeniosos y aunque ahora anda de moda los sugar mommy o daddy, es que a pesar que la historia trata de una pareja con una diferencia de edad significativa, la autora nos cuenta de manera divertida (ya que su prota es un personajazo), los miedos que Vanesa tiene por los prejuicios que pueden surgir al involucrarse con alguien menor que es Rubén, un amigo de su hija, nos cuenta cómo el amor verdadero no tiene edades y que así como hay momentos de drama, hoy momentos divertidos y muy amorosos. Con algunos aliados que les ayudarán y otros que intentarán ser tipo Pepe El Grillo, nuestros protas nos llevarán por una historia que nos hará reír, enamorarnos y hasta enojarnos, mientras devoras la lectura muy rápido. Una lectura entretenida que vale la pena leer, muy recomendada!!!
Muchísimas gracias. Me alegra mucho que te haya gustado ❤️❤️❤️
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