Edén Swan tenía una licenciatura en gestión administrativa con mercadeo y una maestría en lenguas, si bien, nunca había trabajado. Pero, tras una fuerte discusión con su madre sobre el futuro de la granja Swan, decidió que era el momento de independizarse y abandonar la casa de sus padres. Para ello se mudó a Cranbrook, Canadá y envió su currículo a veinte compañías, aunque solo anhelaba trabajar para una… la embotelladora Avikar.
Edén sentía una gran admiración por Antoine Avikar, el CEO de la empresa, pues en solo dos años logró que el agua Avikar fuera reconocida a nivel nacional y pretendía ampliar su participación al mercado internacional.
El cargo de asistente ejecutiva estuvo vacante esos dos años y esperaba que sus destrezas y estudios le permitieran al señor Avikar confiar en ella para el puesto.
Tras una entrevista telefónica, Edén pasó al siguiente nivel y fue el mismo señor Avikar quien la recibió para determinar su elegibilidad. La reunión sería exitosa si no fuera por un detalle, Edén padecía del trastorno obsesivo compulsivo y por algún motivo, ese día, no pudo ocultárselo a su posible jefe.
Al descubrir sus propias acciones Edén piensa que está todo perdido, pero en esa mirada de ónix solo encontró aceptación, algo que jamás le ofrecieron.
Edén se sintió descolocada y se preguntó qué sucedía con él para que fuera capaz de comprenderla. ¿Acaso sería ella lo que él necesitaba?
Una historia donde los protagonistas se esfuerzan por controlar sus trastornos y las jugarretas de su mente. En una lucha constante por encontrar ese minuto de silencio mientras reciben la aceptación del otro. Hallando el amor de una forma inesperada, inoportuna e imparable.
Pocas veces he leído una novela de este estilo, me parece que la investigación detrás de la historia o mejor dicho para hacer el perfilado de los dos protagonistas es muy buena y se nota claramente, el esfuerzo de la autora. Me había tocado leer tramas que intentaban meter trastornos en sus personajes y muchas veces solo era casi mencionado y no ahondaba en las “complicaciones” que esto tiene para la vida cotidiana.
Logramos ver ese miedo que tanto Eden que tiene TOC y de Antonie Avikar con la ansiedad y alguna fobia que no recuerdo en este momento, del cómo deben afrontar día con día, del cómo esto les afecta a la hora de relacionarse con los demás y llevar una vida “normal”, y al mismo tiempo ellos nos logran enseñar que querer es poder y siempre y cuando tengan todo en su “lugar” ellos pueden crecer, relacionarse casi como cualquier persona, pero cualquier alteración en su orden, aunque sea mínimo puede afectarlos de tal manera que nos sorprenderán su forma de actuar.
Eden a pesar de que sus padres le cortan un poco las alas y la mantienen a salvo en una burbuja, ella les demuestra que es mucho más fuerte de lo que creen y decide mudarse lejos de casa, consiguiendo no solo un trabajo estable, también el amor a pesar de todos los obstáculos que se van encontrando ambos, por el trabajo, la propia familia y algunas otras cosas más.
Vemos un gran crecimiento de ambos pero mucho más de Eden y la autora logra plasmar todos esos sentimientos que ellos van sintiendo de una manera muy fluida y logramos ver grandes personajes, bien construidos así como las situaciones que vamos leyendo.
Desde el principio me enganchó y logré sentir muy reales a nuestros protas, la autora tuvo el acierto de tratar temas importantes y algunos duros como la fobia y lo que tiene que pasar Antonie, con mucha sensibilidad y tacto y demostrarnos que estos trastornos son reales y se padecen más de lo que muchos creemos. En este aspecto es dura la trama, pero está tan bien llevada que incluso no deja cabos sueltos y nos enseña las personas que a pesar del sufrimiento son capaces de seguir avanzando y consiguiendo en lo que creen y desean.
Una lectura que me ha sorprendido y recomiendo mucho, no quiero ahondar mucho en la trama, ya que me parece es de esas historias que todo mundo debería leer y descubrir este mundo.
Avikar ha sido una muy buena lectura donde la sensibilidad y la documentación que la autora tuvo es palpable y hace muy real la trama y los personajes que tienen un muy buen perfilado al mostrarnos trastornos como fobias, ansiedad o TOC como algo que muchos padecen, pero no se queda con eso, logró darle vida a dos personajes que a pesar de sus “limitaciones” ellos logran seguir avanzando a pesar de las propias familias que no creían en ellos o era tanta su necesidad de protegerlos que les cortaban las alas. Aunque ambos me hicieron amarlos y respetarlos, el crecimientos tanto con Eden como Antonie es notable, aunque con ella va toda mi admiración. Una trama bien elaborada sin hilos sueltos, y nos deja con la sensibilidad de verlos como enfermos y ver a personas como ellos como normales, como debería ser. Buena lectura, fluida, entretenida y una pluma que te engancha desde el inicio. recomendada!!!
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