Relatos Navideños 2020
Hello, hello!!!
Quizá ahora se preguntarán, si soy Grinch declarada, por qué hago una entrada especial con relatos navideños… respuesta: por que los escribí gracias a los retos que me apunté, que de otra manera no creo me hubiera inspirado tanto para hacerlos jajaja
Pero desde ahorita aviso y sobre advertencia no hay engaño (jajaja), no todas estas historias son de final feliz ni de la magia de la Navidad, noooo, quizá uno o dos, dependiendo como lo vean.
Hay dos relatos con los que participé en el grupo LLEC en Facebook; hay un relato de Escritores y Lectores que es parte de un concurso y que para el momento que estoy escribiendo esta entrada aún no sé cómo me irá, en Halloween obtuve el segundo lugar, así que veremos como me va esta ocasión, y también es de Facebook; dos relatos con los que participé en Bohemios que también es de Facebook, aunque uno no es propiamente navideño, sino de mejor regalo, pero también va para esta época muy bien; dos relatos que son parte de #YoEscribo que es el reto del blog y finalmente escribí un cuento de Navidad para otro grupo de Facebook (jajaja ya sé estoy en muchos grupos y participo en muchos, pero siendo sincera me han ayudado mucho a mejorar), que es Acordes Literarios. Creo que hasta este momentos son todos; y bueno, también estoy escribiendo otro relato para una antología que será gratuita en Escritores Independientes, también de esa red que ya mencioné mucho jajaja, bueno, hay que esperar a que lo termine y o acepten jajaja, pero eso lo tendrán que leer en el archivo que se podrá descargar ya que debe ser inédito. Y se me olvidaba, en Acordes Literarios hice una adaptación de un villancico, y con eso termino esta entrada.
Así que aquí los tienen todos juntos!!!
#NavidadConRadioLLEC
Los niños dejaron de creer en Santa Claus, o sea en mí, la tecnología que tienen a la mano les arrebató la ilusión que en generaciones anteriores existía.
Hoy, hablando con mi mujer, le comenté que buscaría de nuevo a Krampus, del que no sé nada desde hace tiempo, para que fuera una especie de mentor para los duendes y conseguir que los niños fueran buenos de nuevo.
Solo les diré que pasé dos semanas durmiendo en el sofá, gracias a mi "fantástica" idea.
Entonces llegó el momento que tanto temí desde que heredé el puesto de mi padre, tuve que cerrar el changarro, y dejar a miles de duendes desempleados, y debía buscar un nuevo trabajo.
La Navidad oficialmente me dejó desempleado, hay que comer, pagar las facturas, además esos condenados venados, tragan como no tienen idea, una tarde sugerí que podríamos hacer un asado de venado y bueno, dos semanas más al sofá.
Por mi aspecto nadie me quería contratar, así que fui por la libre. Intenté las fiestas infantiles, total la risa ya la tenía... Fracaso. En correos, otro fracaso, en fábrica de juguetes, de nuevo fracaso. Y cada uno de ellos era sinónimo de dos semanas más en el sofá.
Harto de todo, decidí ponerme en forma y me inscribí en un gym, y mi mujer cansada de esta nueva vida, terminó abandonandome.
Comprendo que ya no soy un chaval y tengo cierta edad, pero entre las canas, barba y mi cuerpo nuevo, las féminas jóvenes me buscan, incluso algunas creían que sería su sugar daddy, y al final ellas terminaban pagando por mis servicios.
Mi salvación fue aquel día, en una fiesta en el yate de algún riquillo, alguien me vio bailando en pantaloncillos cortos, y conseguí empleo como stripper y gano bastante bien, no me puedo quejar, soy todo un éxito.
Quizá un día de estos, alguien me grabe, se haga viral el vídeo, me haga tendencia en redes y terminé haciéndome famoso y me vuelva millonario... Además hablo muy bien el italiano y cuando lo hago, ni les cuento, se mojan muchas bragas y las propinas llueven como no tienen idea. Mis compañeros no me ven con buenos ojos, no pueden creer que un vejete como yo, sea más popular que ellos.
*Este relato es una carta escrita para los reyes magos, pero el personaje que me dieron en el reto fue un Troll de la serie infantil David, el Gnomo, yo elegí a Holley, y lo escribí tomando en cuenta que los trolls son considerados “tontos” y a aparte lo hice como si fuera un niño, bueno troll niño, por lo que está escrito a propósito con faltas de ortografía, o debería decir horrores de ortografía, me puse en la piel del personaje, no vayan a creer que así escribir sin el corrector jajaja*
#retoreyesmagos
¡Kerido Valtazar!
Este año he sido un troll bueno, cazi, lla que Pat, Pot, Poopey me molestan mucho por ser diferente a eyos, y ago cosas kue no ciempre me gustan, bueno algunas beces me divierto, pero no ciempre… y bueno, tampoco me gusta ballarme muy seguido, no me gusta el ahua y menos si está fría, el zol me lastima y me da frío si me mojo y a beces no me como mi zopa y mami se enoja por tirar la komida, pero termina perdonandome cazi ciempre aunque aga caras y yore me termino mi zopa, kue como lla le cayeron mokos, sabe mejor.
David es muy malo con nosotros, ciempre sonriendo y tratando de entender todo, con su perro apestozo ese, Swif, que uele peor kue nosotros y aparte tiene pulgas, eyos no nos dejan hacer casi nada, por eso acemos cosas kue no les gustan.
Con mami troll soll bueno, casi ciempre le ago caso y la kiero mucho, no ciempre recojo mis juguetes y le escondo su coyar, eya no se enoja mucho y me da muchos vesos.
Por eso este año te kiero pedir un vote para pasar el río y no meterme al ahua y para correr máz rápido unos Nike como los de Michael Jordan y un pergume kue uela bonito, ay una gnomo kue me gusta y le kiero dar un veso, pero shhhh no le digas a nadie que esto cea secreto entre tu y llo.
Dejaré agua para tu helefante y kakahuate, kue kreo es lo que comen y a ti te dejo gayetas y leche, ¿o eso es para Santa? Pero te los comes eh, no me kiero enogar que ya ce kue te kiero pedir para el prosimo año.
Con cariño,
Holley.
#especialrelatonavidad
¡Blanca Navidad!
Nunca fui de celebrar Navidad, en casa era realmente una fecha que pasaba desapercibida, como si fuera un día normal, sin adornos, ni regalos, ni una cena especial. Crecí de esta manera y para mí era normal no celebrar, y así fue como pasé mi infancia, siendo diferente a cualquier niño del colegio o de mi calle, y era un poco raro, ver qué todas las fachadas a nuestro alrededor eran adornadas y como el negrito en el arroz, mi casa era la única triste y sombría, pero no me importaba, así me educaron incluso se me hacía muy extraño que los demás creyeran en un gordo que en una sola noche viajaba alrededor del mundo para entregar presentes a los niños, era absurda esa creencia.
Para mí este mes, es de gastos inútiles e innecesarios y una gran hipocresía de la gente hacia los demás, además es horrible salir a la calle en esas fechas, tener que escuchar esa música horrorosa y cursi en la mayoría de los establecimientos, ver esas luces de mil colores que lastimaban mis ojos, junto a esa falsa alegría instalada en las personas que la repartían entre regalos, sonrisas, abrazos y frases clichés.
Por más que intentara evitar salir a la calle, era sencillamente imposible y lo trataba de hacer de manera rápida, con los audífonos puestos.
¡Joder, yo también me disfrazaba para ocultarme!
Hace unos años, una chica cargada con mil bolsas de compras no me vió por andar distraída, si no era suficiente venir con todos esos paquetes, venía hablando por teléfono con el manos libres, era eso, o era una loca que hablaba sola, aunque intenté esquivarla, terminamos en el suelo, lo primero que noté fue su ridículo disfraz que consistía en un gorro de Santa y un ridículo suéter con un enorme reno de nariz roja. Estaba a punto de gritarle algunas cuantas, cuando la vi directo a los ojos y la magia ahí comenzó.
Sí, caí irremediablemente en un cliché, y navideño por si esto no era suficiente.
Fue un amor a primera vista, o mejor dicho fue un tropezón amoroso. Y ella entre mil disculpas me terminó invitando un chocolate caliente con malvaviscos, algo que acepté, tenía el trasero congelado y algo caliente me vendría bien. En ese preciso momento creí que ella me haría librarme del Grinch que llevaba instalado toda mi vida.
Solo fueron necesarios tres meses para que viviéramos juntos, y dos años después le entregué el anillo. Y sí, ya que mi vida desde que llegó ella fue un cliché, pues nuestra boda también lo fue, nos casamos en vísperas de Nochebuena, pero me divertí, disfruté la celebración por primera vez en mi vida y fue un día inolvidable.
Ella me hizo creer en la Navidad y en su magia y por fin tenía con quién celebrarlo y año tras año ayudaba adornar la casa. Ocho años de un feliz matrimonio y aunque no ha sido fácil todos los días, por fin soy... Era feliz.
Como cada año, empezando diciembre adornamos la casa, como si fuera la villa de Santa Claus, comprabamos los regalos y poníamos hasta villancicos mientras ella horneaba galletas de jengibre... y la muy perra, un día antes de Nochebuena, en nuestro aniversario de bodas, me dijo que ya no me soportaba, que lo intentó pero era imposible, que se marchaba.
No entendía nada, traté de hablar con ella, que me explicará de qué me había perdido y solo me gritó que ya no podía con esta farsa.
Cegado por la iría y sin darle oportunidad de tomar su bolso, agarré una esfera de cristal, sí de esas bolas que traen un muñeco de nieve en su interior, y la golpeé una vez en la cabeza, ella confundida trató de correr pero yo fui más rápido y seguí golpeándola una y otra, y otra vez en la cabeza, hasta que cayó al suelo y vi el desastre que reinaba en mi casa.
Exhausto, me senté junto a su cuerpo inserte y no pude contener una sonrisa. Este año la temática que teníamos para adornar era Blanca Navidad, todos, absolutamente todos los adornos eran blancos, si eran... al final esta Navidad se ha teñido con la sangre de mi gran amor.
Y eso no es lo que más me preocupaba, el problema que tengo es que estoy perdido, no tengo la menor idea, que haré con el pavo de diez kilogramos que se está descongelando en el fregadero y veinte invitados que vendrán el día de mañana. Nunca he hecho una cena yo solo y no quiero quedar mal con ellos.
Ésta será la primera cena de Navidad que preparo solo. No tengo la menor idea dónde guarda su recetario, tenía un muy buen sazón y aunque sé que podría buscar algún vídeo en Youtube o entrar en alguna web para conseguir alguna receta, es que no sería lo mismo y prefiero hacer su famoso pavo al tamarindo, relleno de frutos secos y carnes frías, y el niño envuelto de fresa y chocolate que preparaba cada año, no sé se me saldrá, pero debo intentarlo.
Por tantos años no celebré estas fechas, y ahora que me he hecho adicto a ellas, mañana debe ser un día inolvidable, y si quiero tenerlo todo listo, me parece que debo comenzar en este momento.
Escucho como gime, más como un susurro, le dedico una rápida mirada antes de ponerme en pie, para ir a la cocina, me coloco su delantal favorito y comienzo a buscar en los cajones.
¡Bingo!
Sé que mañana deberé limpiar mi desastre, pero urge poner a marinar el pavo para que mañana esté jugoso y con gran sabor.
Busco en mi celular la música correcta, y solo hasta que escuchó los primeros acordes y la voz Daniela Romo llenando mi hogar cantando Blanca Navidad, hago mi mejor esfuerzo para cantar entonado junto a ella, me dirijo al refrigerador, saco algunas verduras y comienzo a cortar los primeros ingredientes.
#Navidad
Mi Regalo Deseado
Recuerdo que cuando era niña, desde el momento en que papá llegaba con el árbol a casa, yo era la más ilusionada, la más entusiasmada porque sabía que la Navidad estaba por llegar y podría escribirle mi carta a Santa Claus.
Cada año pedía lo mismo, algo que nunca llegaba, pero año con año seguía haciéndolo, una y otra vez, era lo que más anhelaba y en mi inocencia tenía aquella ilusión de que algún día lo conseguiría.
Conforme fue pasando el tiempo y pude comprender mejor algunas cosas, a pesar de que ya no escribía aquella carta, en mi corazón seguía deseando aquel regalo.
Muchas personas no comprendía el motivo de que celebrará éstas fechas, tenía motivos suficientes para no querer querer celebrar, pero en casa, toda mi familia se encargó que amara estás festividades, algo que me encargue de inculcar en mis hijos, nietos e incluso ahora que ya comenzaron a llegar mis bisnietos, lo hago.
Hay que recordar que no solo son fiestas para recibir y regalar, es para estar en familia y agradecer por lo que vivimos en el año, me inunda una tristeza el saber que este año no será igual, pero a la vez una alegría me llena completamente el alma, mi regalo por fin lo tengo frente a mí.
Dicen que cuando estás a punto de morir, ves pasar toda tu vida frente a tus ojos, y era cierto, pero al tiempo que mi corazón comienza a detenerse, veo a mi madre frente a mí, ofreciéndome su mano... Ha venido por mí, las fotografías no le hicieron justicia es más hermosa de lo que creí, ella falleció el día que nací, un 24 de diciembre, un día como hoy, pero de hace 84 años, fueron demasiados años separadas, pero por fin mi regalo de Navidad se ha cumplido.
#mimejorregalo
Con tan solo dieciocho años, y una pequeña maleta, salí de aquel orfanato. Mi nuevo hogar sería un cuarto de azotea en la casa de una viejecita que aceptó recibirme después de que las madres hablaran con ella, sería su dama de compañía y sirvienta, dado que me daría un techo y comida, solo me daría un poco de dinero para mis gastos.
Quedé huérfana muy pequeña, mis padres que eran mis únicos familiares vivos, regresaban del trabajo una noche y en un asalto fallecieron ambos.
Nunca tuve nada que fuera solo mío, lo tenía que compartir todo con las demás niñas, la ropa era heredada por las familias benefactoras o de las niñas más grandes.
El trabajo que realizaba, no era complicado, pero si aburrido y muy demandante, cada noche, cuando iba a mi cuarto me acostaba en la cama y solo me quedaba dormida hasta que las lágrimas me agotaban. Todas las noches era lo mismo.
Un día, era todavía muy temprano, salí a comprar el pan como cada mañana y frente a la puerta había una caja con dos gatitos muy pequeños y lloraban fuertemente para su tamaño, dudé un poco sí dejarlos ahí o llevarlos adentro, hacía mucho frío y podrían morir y no podría cargar eso en mi consciencia. Con miedo voy directo a mi cuarto, busco un trapo y lo coloco sobre los bebés y pongo la caja debajo de la cama, y salgo corriendo a comprar el pan y paso a la veterinaria para comprar algo para darles, no traigo mucho dinero, así que rezo porque algo pueda comprar.
Tres meses pasaron, habían crecido demasiado y eran tan inquietos que mantenerlos en mi cuarto ya era muy complicado, la vida me había dado el mejor regalo del mundo, y nada haría que me separa de ellos, solo pasó una semana cuando fui descubierta.
—S-señora, yo...
—No digas nada chiquilla.
—Por favor, yo... Yo prometo que...
—Ay niña, cuando tú vas yo ya regresé, ¿quién crees que hizo que encontraras esa caja aquella mañana?
—No entiendo.
—Mis nietos tuvieron gatitos, querían que yo me los quedara, pero sabía que tú los necesitabas más, todas las noches llorabas, te escuchaba, y se me ocurrió que si los encontrabas, los protegerías, y tuve razón.
—Pero usted, odia a los animales, y creí...
—La única condición es que no entren a la casa, y los tengas arriba, ya te ayudaré un poco con los gastos, pero no esperes mucho.
—Gracias, gracias —la abrazo y le doy un par de besos en la mejilla, sé que no le gustan las demostraciones de afecto, y de todos modos lo hice, ella me había dado mi felicidad con dos peludos— por mi hermoso regalo.
—Deja niña, ¿ya está lista la comida?, Tengo hambre.
Me doy la vuelta y camino hacia la escalera, veo que está sonriendo e inmediatamente pone cara seria cuando se da cuenta que la estoy viendo.
—Niña, ¿no me vas a ayudar a bajar?
Sé que ella se hace la dura, pero en realidad no lo es, sonrió y la tomo del brazo, dejando a mis dos bendiciones en mi cuarto, por primera vez tengo algo que es solo mío y no tengo que compartir con nadie. Cada día me duermo entre sus ronroneos y despierto de la misma manera, ya no lloro y cada día sonrío más.
#YoEscriboDiciembreBFD
Boda En Navidad
Ya está a la vuelta de la esquina el mes de los hipócritas y derroches a lo estúpido... Sí, lo reconozco soy Grinch, Scrooge o Krampus, o como me quieran llamar, la neta me vale lo que piensen de mí, odio estas fiestas.
Yo antes no era así, incluso era de esas personas que amaba estas fechas y no solo de niño, en realidad amaba todo lo que implica estas fechas, como poner el arbolito, el nacimiento, las compras... Adornar como si fuera la villa de Santa, e incluso me convertí en experto en hacer el ponche y adornar las piñatas, es más, me sabía de memoria las letanías que se cantaban en las posadas.
Era sin duda un cliché, pero éramos felices ambos con esta decisión y nos casaríamos el día de Navidad.
Cuando le pedí matrimonio sabíamos que sería complicado debido a que los compromisos familiares están a la orden del día, para los invitados sería complicado acompañaros ese día, pero que mejor recalentado que hacerlo en nuestra boda, era el plan perfecto.
Los nervios a mil, que llegué una hora antes de la ceremonia... Dos horas la esperé en el altar, hasta que el sacerdote me dijo que tenía otro compromiso y me fui directo a un bar, dónde intenté ahogar mi dolor. La muy perra me dejó plantado en nuestro día.
De eso han pasado cinco años y tengo motivos suficientes para odiar estas fechas.
Tarde me enteré de lo que sucedió. Y mi dolor fue mayor si era posible.
Un borracho embistió el automóvil dónde venía, y ella falleció al instante.
Mientras todos celebran estas fechas, yo quiero olvidarlas, cada año voy al cementerio, algo que también detesto hacer, pero a pesar de todo la sigo amando.
Dos semanas antes de la boda, me enteré que me era infiel, fue fácil descubrir con quién. El plan original era desaparecer al fulano y obligarla a que se casara conmigo para hacerle pagar su humillación.
Pero ella había decidido dejarme y escaparse con él, iban en la carretera cuando chocaron y murieron ambos.
Razones suficientes tengo para no querer celebrar, para no creer más en Navidad ni en el amor.
Y soy tan idiota, que aquí sigo extrañándola y odiándola al mismo tiempo. Aquella Navidad me robó toda ilusión, incluso la de la venganza.
#YoEscriboDiciembreBFD
Sola
En estas fechas es cuando más sola y desdichada me siento, es cierto, quizá yo me he encargado de alejar a todo mundo de mi, no soy la mejor amiga, la mejor hermana, ni la mejor hija. Por eso desde los dieciocho años, una vez que terminé la prepa, guardé mis cosas en una pequeña mochila y me marché de casa, dejando solo una nota de despedida.
Ahora que se acerca Navidad, y veo a todos de fiesta en fiesta, es cuando me reprocho haber tirado la toalla tan fácilmente y no haber luchado por ellos.
Pero no soportaba seguir viendo en sus miradas que me culparan por lo sucedido, muerte de cuna, fue lo que le sucedió a mi bebé de tan solo un mes de nacido. Esto me destrozó completamente, aún no me perdonaban que me hubiera embarazado tan joven y que no tuviera el apoyo de él.
Han pasado diez años y no los he visto más, no me conformé con irme de casa, también lo hice de ciudad.
He tenido un par de parejas, pero cuando la relación comienza a formalizarse, yo los abandono con algún pretexto.
Estoy en el zócalo, viendo la iluminación de este año, el gobierno se luce con su decoración, y me gusta ir a misa en la catedral, es lo único que me alegra en estas celebraciones.
—¿Naomi? —sin necesidad de voltear, reconozco esa voz, a pesar de tener diez años de no escucharla, dudo en voltear y ahí está mi familia. Me sonríen y mi madre a pesar de tener problemas con las piernas corre para abrazarme
—Mi pequeña, llevo años pidiéndole al Niño Dios encontrarte...
—¿Qué hacen aquí? —es lo único que se me ocurre decir.
—Estamos de vacaciones.
Intentó dar media vuelta y alejarme de ellos, pero mi padre es quien me agarra del brazo.
—No nos alejes más mi niña, no más, te necesitamos y tú nos necesitas, vuelve a casa con nosotros.
—Pa, no puedo.
—¿Qué te lo impide?
—Estoy embarazada.
—¿Lo amas?
Pero cuando ve mi mirada me abraza.
—Una vez te dimos la espalda, este bebé será amado, y ambos son bienvenidos a casa.
Y después de sentirme sola y desdichada, por primera vez en muchos años estas fiestas serán felices. Estaré con mi familia.
#acordesadviento17
Un Cuento De Navidad
Ania esperaba siempre con emoción estas fechas, a pesar de que en casa no hacían gran cosa para celebrar la Navidad, amaba ver las calles llenas de luces, los portales de las casas vecinas con miles de adornos y cómo todo el paisaje se pintaba de un blanco perfecto.
Este año sería diferente. Su familia vivía al día, de una forma muy austera, esa era la razón que ellos no celebraban, ya que no se podían dar el lujo de comprar regalos, o hacer una cena especial.
A su mamá le detectaron cáncer a mediados de año, uno muy agresivo, por lo que los pocos ingresos que tenían se fueron en su tratamiento y apenas tenían para comer.
Cómo todos los años, acudía a misa de Nochebuena que daban a la medianoche en la pequeña iglesia de su pueblo, pero esta ocasión fue sola, su compañera, que era su mamá, estaba demasiado débil para salir de cama ese día. Antes de terminar el servicio y sin poder evitarlo, Ania comenzó a llorar desconsolada, pidiéndole al Niño Dios por la salud de su madre, sus vecinos al terminar, se acercaron a ella para darle ánimo y desearle una feliz Navidad.
A la mañana siguiente la pequeña se despertó debido a que era inusual hubiera tanto movimiento en su calle a esas horas de la mañana.
Saliendo en pijama, las lágrimas no se hicieron esperar, no podía creer lo que sus ojos estaban viendo.
Estaban ahí, frente a ella, imagina que eran sus vecinos, aunque no reconoce a ninguno. Algunos llevaban un enorme pino, otros montados en escalera estaban colocando adornos en la fachada de su casa, y otros más llevaban regalos, comida y diversos adornos. Sin cruzar una palabra, la niña se hizo a un lado y los dejó pasar a su humilde hogar, uno que en poco tiempo parecía otro. La gente no dejaba de entrar y salir, transformando el lugar en muy poco tiempo.
En una esquina lucía un enorme árbol de Navidad, adornado con esferas de todos los colores, y luces blancas, rodeado de varios regalos envueltos con grandes moños rojos. La mesa del comedor que siempre estaba vacía, se veía diferente, ahora tenía muchísimos platos con diversas preparaciones que olían muy apetitosas, cada ventana y puerta tenía un adorno. La puerta principal daba la bienvenida con una corona. El exterior también se veía tan diferente, con guirnaldas y luces de colores.
—Todo va a estar bien pequeña—, una señora que no reconoció, se acercó a ella y le dio un beso en la frente— ¡Feliz Navidad!
Las demás personas hicieron lo mismo y se fueron retirando del lugar.
Aún estaba muy confundida, pero la alegría que sentía, hizo que comenzará a llamar a gritos a su familia.
—¡Mama, papá!
Al poco tiempo, sus abuelos, sus hermanos y sus padres estaban junto a ella.
—¿Q-qué ha...? —su madre intenta hablar, pero el nudo en la garganta se lo impide.
Desde aquella mañana, todos los años Ania y su familia comenzaron a celebrar Navidad, algunos años tenían más comida en la mesa que otros, pero eso no les importaba, el espíritu navideño había entrado en su hogar y no dejarían que este desapareciera.
Han pasado demasiados años desde esa mañana, a veces la edad hace que Ania olvide algunos detalles, pero los recuerda a la perfección cuando sus nietos al amanecer comienzan a gritar: es Navidad o el típico Santa ya llegó.
No es inventado completamente, más bien es una adaptación
****
#acordesadviento9
En la puerta de mi casa
Con escopeta me pondré
Para alejar a cualquier inconsciente
Quién me venga a ver
Pues una patada en el trasero
Es lo que van a conseguir
Ni cena, cantos ni regalos
Este año, no va haber
Arre borriquito, arre burro arre,
anda más deprisa que están por alcanzarte
Arre borriquito vete a Belén,
que mañana es fiesta
y el tragón te quiere comer.
Que el que quiera comer pan
Lo tendrán que preparar
que no venga a mi cena
Que no los dejaré entrar
Arre borriquito, arre burro arre...
Y bueno, no creo escribir algo sobre el tema en estos días que nos queda del año (les recuerdo que la entrada la escribí el 14 de dic), pero si le modifico algo, agregando algo más, pues no lo sabrán que no les diré jajaja no es cierto, en mis planes está seguir escribiendo, pero otras cosas y ya olvidarme de estas celebraciones decembrinas, con esta entrada doy por cerrada la temporada Grinch, dijo de Navidad de blog, con publicaciones especiales.
Cuál les gustó más???
El divertido, el tierno con horrores ortográficos, los cursis o los de psicópatas???
Gracias por leerme y en realidad, supongo que haré una pequeña entrada para fin de año o año nuevo (o ambos), pero en realidad con esta entrada se puede decir que cierro año, ya veremos como me va el próximo, que habrá cambios importantes, debido a que como quizá ya se enteraron, en el mes de noviembre y diciembre salieron dos antologías en las que colaboré con uno o dos relatos, y he tomado la decisión de dedicarle más tiempo a escribir, así que el reto de #YoEscribo2021 que salió hace un par de días viene con todo, las reseñas y obvio mis lecturas disminuirán, y pues ahora sí, el blog de Historias lo activaré, publicando más frecuente, así que no se extrañen que me desaparezca un poco en los siguientes meses, que ando escribiendo dos historias (novelas) y varios proyectos en planes y seguiré escribiendo en todos los retos que me encuentre para seguir practicando más.
Gracias y Besitos!!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario