#YoEscriboNoviembre
Miedo
Un Día Especial / Sueños Rotos / Sin Miedo
Hello, hello!!!
Que les puedo decir, este mes me inspiré bastante y no he parado de escribir, ando en la loquera total ya que no abandoné mis lecturas, ni mis redes, ni el blog, ni apuntarme en LC, y por si no fuera suficiente con los micros100 semanales, algún reto/concurso que veo en algún grupo también con respecto a escribir, pues me apunto, pues quizá lo sepan o no, noviembre es también el mes de NaNoWriMo, que tiene su chiste y hay que dedicarle todos los días un buen tiempo... y sip, este año me lancé con un n nuevo proyecto que nació a raíz de un relato que saldrá en un antología benéfica que está por salir y que por primera vez habrá publicado algo como Eelynn Cuellar, así que si ven ese nombre por ahí, ya saben.
Pero a lo que voy, este mes aparte de lo que estoy escribiendo, leyendo y haciendo lo que hay que hacer en casa, pues me inspiré y en lugar de escribir solo un relato para este #YoEscribo, pues fueron 3, pero solo uno de ellos está por debajo de las 300 palabras y los dos se exceden un poco, bueno, uno tiene +100, pero decidí compartirlos todos en parte que en esta ocasión mis protas y co-protagónicas, son tres autoras que han estado más tiempo en este #RetoDeEscrituraBFD que son Freya Asgard, María Elena Rangel y Laura Serrano, cada relato una es la protagonista y las otras dos la acompañan... pero más que nada fue para divertirme a su costa jajaja, con eso que estamos viendo quien está más en el lado oscuro, pues... tenía que demostrarlo en diversas maneras.
Pero a lo que vamos:
Un Día Especial
—Elena, si no te quedas quieta, en lugar de verte como la novia hermosa que hoy debes ser, te voy a dejar como Harley Quinn —Laura regaña a su hermana menor, mientras continúa maquillandola— además debemos darnos prisa que el tiempo se nos ha venido encima.
—Toda novia debe darse su importancia —Freya entra en la habitación, su aspecto no es el más adecuado, se ve desaliñada y sucia, por sus poros transpira el alcohol ingerido las horas anteriores.
—¿Se puede saber dónde estabas? —Elena la ve con desprecio mientras con la mirada la recorre de pies a cabeza— mínimo date una ducha y cámbiate de ropa.
—Perdone usted su majestad —hace una reverencia exagerada y se deja caer en el sofá.
—Si mi madre las viera, se avergonzaría de...—Laura comienza a decir.
—Si nos viera querida y lo estaría de todas querida hermanita —Freya saca de su bolso una pequeña licorera y da un gran trago.
—Lo que más temía ella es que cuando no estuviera, nos viéramos como enemigas.
—Sus razones tenía, no conocía bien… demasiado bien.
—Solo un día Freya, les pedí que dejáramos los rencores entre nosotras, hoy me caso y debe...
Freya no contesta nada y se dirige al baño para arreglarse un poco antes de ir a la iglesia.
Tan solo unos minutos después el caos y conmoción reinan en el lobby del hotel, las sirenas de los servicios se escuchan a los lejos.
Una falla mecánica convirtió un día de alegría en una tragedia, cuando el elevador llegó al décimo piso, por seguir discutiendo las tres chicas no lo vieron a tiempo y cayeron al vacío, muriendo instantáneamente.
—¡Pobres chicas! —Un paramédico se lamenta — ¿Ya saben sus identidades?
Una hora antes.
Cuando Elena y Laura estuvieron listas, Freya muy servicial se ofreció a adelantarse para pedirlo y no tuvieran que esperar en el pasillo.
Cuando Freya entró al hotel lo hizo por la parte trasera, donde reciben los proveedores, procurando no ser vista por nadie, antes de subir al quinto piso pasó a la bodega donde están los paneles de control de los elevadores, y cuando salió diez minutos después, pasó piso por piso poniendo el letrero de “no funciona”, incluyendo los quince pisos del hotel para que no se arruinaran sus planes.
Tuvo que esperar un rato en los pisos de arriba antes de bajar por el otro elevador, pasó al bar a tomar una copa antes de abandonar de salir sola de ese lujoso hotel.
Sin Miedo
Elena fue víctima de secuestro hace seis meses, las autoridades lograron rescatarla sana y salva y su familia no fue estafada, pero ella vive con miedo todo el tiempo, se niega salir de casa y cuando lo hace es porque casi la obligan y lo hace acompañada siempre por sus dos hermanas. Freya y Laura no se despegan nunca estando en casa o en el exterior.
Cuando estaba en la calle y veía a lo lejos a alguien, le temblaba todo su cuerpo creyendo que eran ellos que iban por ella, o incluso cuando recibía visitas en casa y no los reconocía inmediatamente debido a la poco luz de su recámara, se asustaba de la misma manera, sabía que vivir con miedo no le llevaría a ninguna parte y tomó una decisión para quitarse esos fantasmas del pasado que cargaba sobre sus hombros.
Un día despertó más temprano que su familia, se baño y arregló como hace mucho no lo hacía, fue a la cocina y preparó el desayuno. Todavía no amanecía, y quería terminar antes de que se levantaran todos, las quería sorprender. Así que se apuró para terminar todo a tiempo para terminar todo.
Preparó con esmero las charolas para Laura y Freya, incluso les puso un florero con un par de flores, un plato de waffles, jugo de naranja, café y fruta picada con yogurt.
La primera en recibir la sorpresa fue Freya, que aunque extrañada, agradeció el gesto de su hermana y comenzó a comer sin levantarse de la cama. Cuando le entregó la charola a Laura sonrió antes de comenzar a desayunar.
Elena salió de la casa ese día y fue la última vez que los vecinos la vieron.
Pasó una semana para que notaran la ausencia de las otras dos hermanas y un fuerte olor putrefacto que inundaba el lugar.
Cuando los servicios entraron rompiendo la puerta, encontraron a las dos chicas en ropa de cama en sus habitaciones y sobre la encimera de la cocina una caja de raticida.
Sueños Rotos
Laura nunca creyó que romper ese espejo hace unas semanas por accidente le cobraría caro ese descuido.
Nunca creía en los augurios de mala suerte y supersticiones, a pesar de que algunas compañeras de la universidad le dijeron que se cuidara, ella no tenía ni sentía miedo a eso que no podía ver o creer, pero tan solo fueron necesarios quince días para que en un solo día perdiera su trabajo, tres asignaturas las tendrá que presentar en extraordinario, su automóvil se le llevó la grúa y se descompusiera su computadora. ¡Vaya mala suerte!
Ese día llegó a una hora inusual a su departamento, deseaba ver a su prometido, pero estaba tan de mal humor que no quería seguir llamando la mala suerte y prefería darse un baño, meterse en la cama, le urgía que terminara ese día.
Unos ruidos llamaron su atención en cuanto entró al departamento, provenían de la habitación de Elena, sabía que debía respetar su privacidad, ella desconocía que tenía pareja y como la puerta estaba abierta se acercó.
Sus ojos no la engañaban, en la cama estaban Elena y Freya que eran sus mejores amigas de toda la vida, y con ellas estaba Adrián, su prometido.
Cegada de odio y sed de venganza, corrió a su habitación, abrió uno de los cajones y sacó la pistola que su padre le dió para protegerse en la ciudad hace un par de años.
Los vecinos escucharon cuatro impactos de bala.
Entre el caos, Laura logró colarse entre la gente. Le temblaba demasiado la mano, pero en ningún momento tuvo miedo de matarlos. El primer tiro falló, los otros tres los depositó entre tres pares de ojos distintos.
Ya sé, ya sé... fui mala, lo reconozco jajaja, pero me divertí bastante dándoles muerte a cada una de manera diferente en dos ocasiones a cada una.
Cual les gustó más???
Y bueno, nos leemos en mes más o menos con mi relato de diciembre.
Besitos!!!
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