sábado, 21 de noviembre de 2020

(Recopilación) #YoEscriboOctubreBFD / #YoEscriboHalloweenBFD2020 by Varias Autoras

#YoEscriboOctubreBFD #YoEscriboHalloweenBFD2020



Frío (Octubre)


Calabaza, Cena, Muerte, Aquelarre (Halloween)



Varias Autoras



Octubre - María Elena Rangel, Daniela Masen, Freya Asgard, Laura Serrano, Evelyn Cuellar



Halloween - María Elena Rangel, Freya Asgard, Yunnuen González, Evelyn Cuellar




Hello, hello!!!


Cada vez somos menos, pero eso no significa que la calidad también lo sea, al contrario, el nivel va para arriba.

Y como quizá pueden notarlo, tenemos dos tipos de reto, el mensual del mes de octubre con la palabra Frío y hubo un reto especial para Halloween, donde cambió un poco, ya que en lugar de tener 1 palabra son 4 y había que utilizarlas todas o por lo menos 3, aparte que la extensión es superior también ahora y vamos de 100 a 500 palabras, que será la nueva modalidad para el próximo año, pero en diciembre ya les contaré bien), hay un relato que es mucho más extenso y tiene un enlace, para que vayan a terminar de leer el relato ahí.


Así que este mes tenemos cinco relatos en el reto mensual y cinco de Halloween.
















María Elena Rangel

Mi Otra Realidad

El frío del otoño rozaba mi rostro. Mi cuerpo se estremecía como las hojas de los árboles antes de caer. El rocío mojaba mis cabellos mientras corría despavorida por el tupido bosque. Estaba asustada, mis sentidos me avisaban que no estaba sola; un peligro se cernía sobre mí.

En la oscuridad del firmamento la luna llena se abrió paso entre las espesas nubes que presagiaban tormenta. En ese momento sentí una sensación extraña en mi cuerpo: mis manos y pies se convirtieron en enormes garras, mi cuerpo se transformó y se cubrió de un grueso pelaje, mi boca era un gran hocico de donde brotaban largos colmillos y mis orejas parecían las de un perro. Un aullido aterrador irrumpió en la tranquilidad de la noche. ¡Me había convertido en una loba! Fue en ese momento, justo antes de perder por completo mi consciencia, que comprendí que el verdadero peligro era yo. Esa era mi otra realidad…








Daniela Masen


Con los años uno tiende a acostumbrarse a las cosas, a las personas. Pensé que me pasaría; verlo entrenar, escucharlo maldecir, sentir sus manos sobre mi piel... pero no.

Todavía me dan escalofríos cuando lo siento observarme, tiene una forma de mirar que parece que está acechando, tiene una forma de abrazar que parece que quiere meterte dentro de su piel, volverte un tatuaje más que lo acompañe a cada pelea que va.

Quizás soy cínica porque no espero que cambie y, además, no me sorprende su temeridad y voluntad para hacer daño una y otra vez.

Cuando sube al ring, las personas lo corean como “Frío”, después de tanto tiempo yo pensaría que están exagerando, pero no. Sus actos lo preceden.








Laura Serrano

Frío

Abrí los ojos y vi un copo de nieve derretirse en el dorso de mi mano. Me estremecí al sentir el gélido viento del este pasar por mi espalda desnuda. Frente a mis ojos estaba el suelo, cubierto por una espesa capa de nieve. Ahí, un líquido comenzó a fluir hasta formar un charco bajo mi cuerpo inmóvil.

Inhale aquel aroma a óxido y sal como un recuerdo de mi pasado, recuerdos del tiempo en que aquel líquido corría dentro de mí. Derramé una última lágrima y solté mi último aliento. En mi mente, fijé claramente el frío rostro de aquel que me había arrancado la vida.








Freya Asgard


Miro por la ventana de mi oficina, se ve que hace frío. tengo que irme, son más de las nueve. tomo mi cartera, me coloco mi abrigo y camino hacia la salida. hace más frío del que supuse desde la ventana.

Busco en mi celular la aplicación para pedir un auto, si no, debo caminar tres cuadras para tomar un taxi, cuatro para un bus; si no fuera por el frío, me habría ido caminando como siempre, pero las calles son de tierra y están llenas de agua. un automóvil se detiene a mi lado.

―Usted es la señorita Clara Ramírez

―¿Sí?

―Yo soy su indriver, me envió don óscar, aquí tiene mis documentos, por si quiere verlos.

Dudo en ver los papeles que me extiende.

―Yo siempre traigo a la señora de él y a veces tengo que llevar a los niños que trabajan aquí, sobre todo cuando salen tarde.

Lo miro bien y me doy cuenta de que sí lo conozco. sonrío y me subo.

―¿A dónde? ―me pregunta.

―Voy a la avenida, ahí tomo algo para mi casa.

―don óscar me pidió que la llevara directo a su casa.

―Pero…

―No se preocupe, yo invito, igual tuve que venir cerca, así que me voy desocupado, ya ahora me voy a guardar, he trabajado todo el día, así que la dejo y me voy a mi casa, yo vivo al otro lado de la ciudad, en el huáscar, así que más lejos que yo, dudo que vaya ―dice con un tono risueño.

―Ah, yo no vivo tan lejos, vivo por donde está el estadio regional.

―Entonces derecho por la Costanera.

Llegamos a mi casa y me dice que esperará hasta que esté dentro, que no anda nadie en la calle y que es muy peligroso, así que entro, cierro con llave la reja, pero igual no se va, abro la puerta y lo que veo me congela mucho más que el frío de afuera. todo estaba tirado y roto. me devuelvo apresurada y salgo sin preocuparme de cerrar; me subo al auto.

―Entraron a robar ―digo lacónica.

Él no dice nada, echa a andar el auto y lo veo esbozar una sonrisa. Miro hacia atrás y en mi casa están dos tipos que miran hacia nosotros y le hacen un gesto a mi acompañante, al que miro sorprendida.

―No te preocupes ―me dice―, no te haré daño, solo necesitan más tiempo, con esto de la pandemia el negocio de taxis no es muy rentable y necesitamos comer.

Me mira y sonríe enseñando sus perfectos dientes.

―¿Cómo sabes que no te denunciaré?

―Porque sabemos dónde vives, dónde trabajas y tenemos las llaves de tu casa. si tú no hablas y te portas bien, regresarás sana y salva. Vamos por unas papas fritas o unas sopaipillas, te hubiera invitado antes, pero pensé que ya habían terminado.

No contesto, miro hacia afuera y ruego que cumpla su palabra de no hacerme daño, al final, las cosas materiales siempre se recuperan.








Evelyn Cuellar

Amor Eterno

Elena estaba muy nerviosa.

Y no era para menos, después de esperar y planearlo por un largo tiempo, de creer que quizá ese día nunca llegaría, con una celebración íntima pero muy romántica, Jonas luego doce años de una relación estable le entregó un hermoso anillo de compromiso.

Por fin se casaría y saldría de casa de sus padres para iniciar su propia familia, algo que deseaba desde hace un bastante tiempo.

Estaba casi todo listo para el día de mañana, solo debía tomar una última decisión antes de irse a la cama para dormir.

Bajo una hermosa luna de octubre y con el viento frío que caracteriza esta época del año, que hace que se le ponga la piel de gallina, camina por el bosque oscuro. Según las reglas de su aquelarre, para la buenaventura de su próximo enlace, debe beber la sangre de un ser amado que sea vírgen y darle de comer el día de mañana a su esposo parte del corazón de esa persona durante la celebración, ya que de esta manera conseguirá que su amor perdure por todos los tiempos.

Frente a ella está Laura, su hermana menor y Freya que es su mejor amiga. Una realmente difícil decisión es la que debe tomar.

La mujer que está a su derecha le entrega una daga y un cuenco, se acerca a ambas... Ha tomado una decisión. Por fortuna las dos tienen los ojos vendados y no saben que está sucediendo a su alrededor.

Con mano firme y con un golpe certero, termina con la vida de un ser amado para así poder conseguir su amor eterno.


















María Elena Rangel

Sorpresa, Amor: ¡Soy una bruja!

Mientras la gente del pueblo adornaba las calabazas para la noche de Halloween, las hechiceras preparaban sus conjuros y brebajes para el aquelarre por Samhain, festividad para conmemorar el final de la cosecha. En dicha reunión ellas atraerían la abundancia y la prosperidad para la pequeña villa en el nuevo ciclo que comenzaba. Todos sospechaban que había brujas en la localidad, mas nadie sabía a ciencia cierta quienes eran.

Serena escogía con esmero las hierbas, esencias y amuletos que utilizaría; de pronto se apoderó de ella un presagio de muerte y la sangre se heló en sus venas. Consultó sus runas, luego sus cartas, lo que vio la preocupó. Se dispuso a salir, tenía que contar al resto de las hechiceras lo que había sentido y lo que había visto en su premonición.

Las brujas continuaron con su rutina en el pueblo durante el día, al anochecer se reunían con cualquier pretexto para buscar la salida menos drástica a la amenaza que se cernía sobre ellas: sus esposos y novios se habían enterado que las hechiceras se reunirían el último día de octubre en las inmediaciones del bosque aledaño a la pequeña villa, seguro invocarían a satanás para traer desgracias a sus vidas. Tenían que ahorcarlas antes que eso sucediera.

Después de varios días dieron con la solución. Sería un poquito penoso, pero no dañino. Ellas no deseaban lastimarlos, solo evitar que cometieran un error. Ese año las fuerzas sobrenaturales serían más fuertes y ellas tenían que estar por completo avocadas a contrarrestarlas, de lo contrario arrasarían con la villa y sus habitantes y convertirían la próspera región en un lugar desértico y sin vida. Su hogar sería subyugado por el mal y la oscuridad eterna.

El día de Samhain o “Noche de Brujas” llegó. Las hechiceras tenían todo preparado para su aquelarre; los hombres, por su lado, listos para apresar a las brujas. Serena, como cada noche, sirvió la cena; esta se veía apetitosa y como broche de oro el licor de manzana que ella preparaba y tanto le encantaba a su esposo. Comieron sumidos cada uno en sus pensamientos, al final ella propuso un brindis con la bebida especial: “por una nueva vida, amor mío”. El esposo la miró extrañado pero chocó su copa con la de su mujer y bebió del exquisito licor. De inmediato se transformó en un hermoso gato negro, ella lo tomó en sus brazos y lo besó diciéndole: lo siento, mi amor, no me dejaste opción, pero siempre estaré contigo. Creo que te llamaré Mefistófeles para que nunca olvides tu error; soy una hechicera, pero nunca le haría mal a este pueblo, ni a sus habitantes.








Freya Asgard


La cena debía estar perfecta, cada año, una de las hermanas Santini era anfitriona y en esa oportunidad le tocaba el turno a Micaela.
Preparó una sopa de calabaza que serviría en su misma cáscara, algo que le daba un toque especial a la cena de Halloween; para muchos, una fiesta entretenida, para ella y su aquelarre significaba mucho más.
Micaela estaba nerviosa, pues sus hermanas eran demasiado exquisitas y todo debía estar en perfecto orden, en cambio, ella siempre fue un poco más atolondrada.
Las hermanas Santini se aparecieron en la sala y miraron a su alrededor con ojos críticos.
―Buenas noches, hermanas ―saludó la dueña de casa.
―Buenas noches ―saludó la mayor―, ¿tienes todo listo?
―Absolutamente.
―Sabemos que esto es nuevo para ti, nunca habías servido de anfitriona y no te viste muy feliz cuando te entregamos los requisitos.
―No te preocupes, tengo todo listo. Pasen a la mesa, por favor.
Las hermanas se sentaron y Micaela les sirvió la deliciosa sopa. Tras unas cuantas cucharadas, las visitantes cayeron desplomadas.
―No hay Halloween sin una muerte, ¿verdad, hermanas?, pues ahora tienen cuatro. ―Sonrió y llamó a su novio que estaba escondido en la cocina.
―Hecho. Ya no nos volverán a molestar ―le informó con orgullo la bruja.
―De hecho, querida, ninguna de ustedes me va a volver a molestar.
El hombre tomó una daga para asesinar a su novia, pero esta desapareció.
―No importa, Micaela, te encontraré y te asesinaré. Cada Halloween me hago más poderoso, no eres la única hechicera que cae en mis garras para absorber los poderes de su aquelarre, tú eres poderosa y especial, ya lo sabían tus hermanas, por eso te tenían envidia, pero eso tú no lo sabes, querida, eso hará más fácil encontrarte y acabarte ―dijo el hombre en voz alta.
―Gracias por decírmelo, querido. ―Se oyó una voz en el aire―. Ten cuidado, porque el día que esté lista para pelear, acabaré contigo ―amenazó y su energía desapareció del lugar.








Yunnuen González

Arrullo De Salem

Salem, Massachusetts
Otoño de 1692

Una multitud nos sigue en silencio, vistiendo sus ropas de lana negra, adecuada para el clima frío de esta noche nublada, y para reflejar la oscuridad de sus almas. Algunas sombras creadas por antorchas danzan al ritmo de los pasos y oraciones que rezan por nuestras almas. Más que tétricas, las encuentro amigables e ignorantes de que custodian la mentira y el odio.
Caminamos con paso lento y arrastrado, con guardias cuidando que no escapemos. Pero esos días de hacerlo ya han pasado y estamos cansadas de seguir luchando. Tenemos hambre, frío, y estamos tan sucios con el lodo e inmundicia de nuestra prisión. Un incipiente establo que se ha alimentado por meses de suplicas a un dios que se olvidó de nosotros.
Nuestra fe fue cuestionada con la peor de las pruebas: sobrevivir a la mentira.
Solo queremos que esto termine. Quizás la muerte es la única que nos otorgará la compasión de la que fuimos despojados por falsas mentiras.
En lugar de orar por mi alma, canto la vieja canción de cuna de mi madre. Agradezco al señor que ella no esté presente para ver la monstruosidad cometida contra quien ella amó incondicionalmente.
Callé cuando mi corazón empezó a temer con cada paso que nos lleva a la colina…









Evelyn Cuellar

Venganza

Dicen que la venganza es un plato que se come frío... Nunca entendí exactamente qué significaba ese dicho.

Condenados críos, ¿Por qué me tratan de aquella manera? Yo que siempre he sido una bruja buena, una de la que su aquelarre se avergüenza ya que dicen que me vendí por unos pesos que me gano en mi negocio donde hago algunos preparados para mis vecinos para atraer la buena suerte, el amor o prolongar la belleza, remedios que les ayudan y no lastiman a nadie, además nunca he hecho daño a nadie, y aún así estos chamacos vienen y me gritan «bruja, bruja» como si eso fuera malo.

En estas fechas me gusta adornar mi casa y mi negocio con calabazas que me gusta tallar con rostros diferentes, coloco ofrendas a mis antepasados e incluso horneo pan de muerto y preparo un latte de calabaza —que no es por presumir me queda para chuparse los dedos— y que comparto con mucho gusto a mis clientes y vecinos.

Y los muy desgraciados escuincles casi todos los años destruyen lo que preparo con mucho cariño, al tiempo que me insultan y sus padres que los malcrían no hacen mucho para controlarlos.

Ya estoy harta, por eso saque todos esos libros que han pasado por generaciones para encontrar un remedio a mi mal, uno donde no me  puedan culpar ya que será con el transcurrir de días, semanas o meses cuando comience a dar resultados.

Si supieran que el pan que sus padres les darán en la cena este año será el último año que coman. Hacer pan de muerto con... Muertos les provocará una muerte lenta y dolorosa.

¿Quién iba a decir, que aquella foto que vi un día en Facebook que decía "se vende pan relleno de muerto" me daría esa idea? Comenzarán a caer como moscas fumigadas por diversas enfermedades, todo dependerá del relleno que les haya tocado, se irán de este mundo de la misma manera que su relleno y no habrá manera que asocien mi regalo con lo que les está sucediendo, ya que solo los pequeños serán los afectados, o eso espero, ya que el hechizo si lo he preparado correctamente solo afectará a quien me ha hecho daño en el pasado, a los demás no les va a suceder nada.

Hubo un pequeño instante que me cruzó por la cabeza comportarme como mi bisabuela, que se comía a los niños, hasta que Hansel y Gretel se cruzaron en su camino, además, yo soy vegetariana y no me gusta la carne.

Si esto llega a oído de las demás brujas, creo que estarán orgullosas de mí, pero por mi boca no se enterarán... Ahhhhh ya comprendí ese dicho, jajaja claro, pero que tonta he sido.







Evelyn Cuellar

Familia

Cada año intento lucirme en la cocina, nunca ha sido mi fuerte, en casa se burlaba que se me quema hasta el agua, pero aún así como si fuera una tradición, escojo la calabaza más grande, colorada y redonda que haya crecido en el pequeño huerto que hay en la parte trasera de la propiedad.
Es una fecha muy especial el 2 de noviembre, el único día del año que tenemos la oportunidad para reunirnos con nuestros seres amados, vivos y muertos podemos convivir algunas escasas horas, que aunque no son suficientes, la muerte que nos ha separado nos da esa pequeña licencia este día. Quizá por ello no desisto e intento nuevas recetas para presentar en la cena.

Un año intenté hacer calabaza en tacha, y terminó con una consistencia como engrudo y salado, que no entendí, ya que no use sal. Otro año quise preparar pastel de calabaza y el condenado bizcocho no esponjó y todavía se quemó con tan solo quince minutos en el horno... Helados, muffins, cremas, purés,  atole y demás preparaciones han estado en mis menús y nada sale bien, todo se sala, se quema, es demasiado dulce, o queda duro. Pero esta ocasión vi un latte de calabaza que parece demasiado fácil y sencillo.

Conforme se acerca la noche, las demás brujas del aquelarre van llegando con sus preparaciones y adornos, colocan parte de ellos en la ofrenda que está en la entrada principal y otro poco en la mesa del comedor.

En muy poco tiempo veo rostros conocidos que me iluminan el alma, las risas, las pláticas y hasta canciones llenan el silencio que normalmente reinan en este hogar.

Por primera vez parece que lo que con mucho amor preparé saldrá bien, o eso creía y antes de que comenzará a hervir, mi brebaje se derramará sobre la estufa... ¡Maldición! En verdad estos aparatejos parecen que me odian. Apagó la lumbre y comienzo a limpiar mi desastre. Enojada, triste y muy frustrada, estoy maldiciendo cuando aparece en la cocina, dando sus primeros pasos la integrante más pequeña de mi familia, tan solo tiene seis meses y su mamá, que es mi tataratatatataratatara... Puff es mi nieta de la sexta generación. Yo fui quemada en una hoguera hace muchos años acusada de ser bruja en Salem, como muchas de las que estamos hoy aquí, fuimos acusadas a morir dolorosamente sin haber hecho daño a alguien, por fortuna hoy tenemos permiso de visitar a nuestros familiares vivos y puedo ver que mi sangre no se ha perdido y agradezco que hoy en día ya no somos perseguidas como en el pasado.

El año que entra veré qué otra receta prepararé, lo único que quiero hacer en este momento, es abrazar a mi pequeña nieta, antes que me tenga que ir, para mí el tiempo tiene otro significado y estos 365 días pasarán demasiado rápido, pero estás horas no son suficientes para estar aquí y estar rodeada de las mías.









¿Qué les han parecido???

Cual es su favorito???

El próximo mes, o sea Noviembre tenemos el tema de Miedo, ya veremos cuantos relatos llegan y que nos causará quizá un poco de miedo.

Gracias por leernos, hasta el próximo mes más o menos.

Besitos!!!




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