viernes, 24 de febrero de 2017

(Relato) Cuenta Cuentos # 10 - Lo Lamento by Cyelyn

Cuenta Cuentos # 10


Hello!

Y bueno, esta sección es ese pequeño espacio que me he dado para compartir relatos que escribo, no es que me sienta escritora o algo por el estilo, sino sencillamente a veces llegan a mí y quiero contar esas historias.

Quizá un poco frustrada por no poder dedicarle el tiempo que quisiera, desde hace mucho quiero escribir una novela, y ya hay varios retazos en el blog, en Cuenta Cuentos más específicamente donde he revelado un poco de que va… yo espero algún día poder unir estos y escribir todo lo que me falta, pero mientras, ya que el Cuenta Cuentos # 9 (El Juego), me gustó como quedó al usar una voz que no acostumbro, esta ocasión este relato va un poco ligado a él, pero sin problemas se puede leer de manera independiente, pero si tienen curiosidad, pues pueden leerlo aquí.

Así que sin más, espero sea de su agrado y me cuenten que les ha parecido.










Lo Lamento


 Cyelyn





No sé en qué momento ocurrió.

En sí no recuerdo nada.

Desperté con el corazón tratando de escapar por mi garganta, empapada en sudor y con esa sensación que me dice que no fue un sueño, que fue algo más… pero ¿cómo explicarlo? Sencillamente no hay rastro que estuviera aquí, solo ese sentimiento que siento en el alma, en mi piel.

Sé que puedo correr, tratar de huir. Pero me pregunto qué caso tiene, ¿tengo acaso alguna posibilidad de escapar y estar a salvo alguna vez?

En toda mi jodida vida nunca he estado sola. Si tan solo me hubieran creído cuando de niña lo conté incansablemente, pero no, nadie creyó en mí. Incluso la psicóloga dijo que era una amiga imaginaria con la que jugaba, y de alguna manera es cierto, cuando mi madre faltó cuando era demasiado pequeña aun para tener recuerdos de ella, mi padre hacia todo lo que estaba en sus manos para hacerme feliz, para verme sonreír y no se explicaba cómo era posible que en el colegio no tuviera amigos, que por las noches, cuando oscurecía empezara a temblar incontrolablemente y llorara sin motivo aparente.

Por eso hizo como un ritual, cada noche de acomodarme en su regazo mientras me contaba cada día un cuento diferente hasta que me quedaba dormida y con sumo cuidado me dejaba en cama siempre dejando una pequeña lamparita prendida cerca de mi cama para que no estuviera en la oscuridad completamente y pudiera dormir tranquila durante toda la noche. Jamás sucedió eso, porque al poco tiempo de no sentirlo me despertaba y pasaba horas debajo de mi sabana acompañada por una linterna, un lápiz y un cuaderno que es donde comencé a dibujar y a escribir, y cuando empezaba a salir el sol, guardaba con extremo cuidado mi cuaderno y todo lo demás en un pequeño escondite que hice rasgando la tela inferior del sofá y me acomodaba como si hubiera tenido una noche tranquila de sueño. Lo único que no explicaba eran esas marcas oscuras debajo de mis ojos por las mañanas cada vez más oscuras, lo que asociaba como anemia, o eso le había dicho el doctor después de infinidad de estudios que me habían realizado para descartar que algo estuviera mal conmigo.

No sé en qué momento pasaste de ser mi compañera de juegos, con la que podía estar toda la tarde mientras mi padre trabaja en el estudio, de ser mi amiga, mi casi hermana a esto.

Algún tiempo no supe nada de ti y creí que si eras parte de mi imaginación. Pero cuando regresaste, eras tan diferente. Aunque no me has dañado, lo veo en tu mirada, o como tú me decías, en mi mirada.

Tus vistas cada vez son más seguidas y más invasivas. Y creo que desde que me pidió matrimonio ha emporado nuestra situación.

Y solo porque también él te ha sentido, sé que no estoy loca.

Una vez que me tranquilizo, busco mi móvil para ver si hay rastro alguno de tu llamada, solo para comprobar que no fue un sueño y en realidad sucedió todo. Pero nada, lo último que aparece es la llamada que me hizo para desearme buenas noches, como cada noche.

Trato de recordar con detalle lo que pasó en “mi sueño”, pero solo son imágenes borrosas y sin coherencia. Lo único que tengo es ese sentimiento que algo sucedió.

Comienza sonar mi celular y no me sorprende que la primera voz que escuche en el día sea la de él. Eso me tranquilizará, ya que el tono de su voz algo tiene que me tranquiliza, me hace sentirme en paz y a salvo, la forma en que me trata, me cuida sé que estando a su lado nunca me pasará nada grave.

—¡Hola amor! —digo al tiempo que veo el reloj y me pongo de pie, ha sonado la alarma y no la he escuchado. Mi futura suegra y cuñada en menos de una hora estará aquí para llevarme a la prueba final del vestido, solo dos semanas y seré su esposa.

—¡Hola corazón! Aunque no debería decirte así —su voz tiene un ligero tono de reproche.

—Creo que alguien se ha despertado de mal humor el día de hoy y…

—Y dime como estarías tú si al despertar te hubieras dado cuenta que me escapé a mitad de la noche y ni siquiera una nota me has escrito.

Mi corazón en ese momento comienza a latir desbocado.

—P-pero, ¿qué estás diciendo? —mi voz comienza a temblar sin que lo pueda evitar, un mal presentimiento cruza por mi mente.

—Yo sé que prometimos que esperaríamos hasta después de la boda pero anoche cuando te colaste a mi cama fue tan…

—S-sabes que no me gustan esas bromas.

—Vamos Collete, —me dice ya con desesperación— sé que fui un poco rudo, te pedí disculpas, pero sabes que tenía tanto tiempo esperando que no me pude…

Siento que las fuerzas abandonan mi cuerpo, porque lo comprendo todo ahora.

Cuando vino a burlarse de mí antes de despertar, es porque ya había hecho su movimiento, esta vez no me hizo daño a mí directamente. Se atrevió a meterse en su cama, haciéndose pasar por mí. Este es su aviso: no estará a salvo.

Y lo único que me queda por hacer es correr, huir y dejar todo atrás.

Por él.

—Discúlpame por todo… —intento contener las lágrimas, pero se me escapan haciéndome un nudo en la garganta— t-te amo m-más que mi vida… t-tal vez no lo comprendas pero esto lo hago por amor… t-te a-mo y… —ya no puedo seguir hablando y cuelgo con la decisión firme de alejarme de él para siempre.

En cuanto dejo caer el teléfono en la cama, lo siento y sé que no estoy sola. No necesito voltear para darme cuenta que estoy rodeada y mi tiempo se está terminando.









Que les ha parecido???

Me recomiendan algo???

O me quieren lanzar jitomaazo??? jajaja espero que no

Por si les gusta lo que escribo y quieren ver un poco más, les recuerdo que en mi otro blog Historias FD (que lo tengo un poco abandonado) pueden encontrar más cosas, pero si no quieren moverse de aquí en las pestañas del menú tienen la sección de Cuenta Cuentos, que por si no lo sabían el cuarto viernes de todos los meses subo un nuevo relato.

Gracias por leerme y nos vemos con otro relato en un mes.

Besitos!!!!






3 comentarios:

  1. Hola! Yo no te lanzo nada solo te digo que me ha encantado tu relato. Espero que nunca dejes de escribir porque sinceramente me gusta mucho como lo haces. Te felicito por ello :)
    Besos!

    ResponderBorrar
  2. ¡Hooola! Ayyy, ¿por qué lo has dejado ahí? ¡¿Qué pasó?! Oh, es muy interesante el relato, me ha dejado con la curiosidad de qué pasó. La verdad que me ha gustado mucho ;)
    ¡Besitos! :3

    ResponderBorrar
  3. ¡Hola Eve!
    Sigo en lo dicho, creo que tienes demasiado talento para escribir, cuando menos me di cuenta ya había llegado al final y dije, que?? y el siguiente capítulo, jajaja, escelente relato. ¡Saludos!

    ResponderBorrar