domingo, 16 de enero de 2022

(Entrevista y Recopilación) Yo Escribo 2021 - Yunnuen González

Yo Escribo 2021


Entrevista y Recopilación de Relatos



Yunnuen González


Hello Criaturitas del Señor!!!

Como sucedió el año pasado, a quienes me acompañaron en algún momento o durante todo el año en el #YoEscribo2021, mi forma de agradecer y quizá motivarlos a que lo hagan una vez más este año, y por qué no, tal vez que alguien más se anime para este 2022 me comprometí con ellos desde el inicio que lancé la convocatorio el 28/dic/2020 ha crear una entrada especial a cada uno, sé que quizá es muy sencilla y básica, después de pensarlo mucho, que mejor manera para conocerlos que con una a lo mejor no tan pequeña entrevista ya que son 32 preguntas muy sencillas así como también tener todos los relatos que escribieron para este #RetoDeEscrituraBFD2021.

Cada día saldrá una, así que los animo a que vengan a conocer este gran talento que me acompañó esto doce meses.





YUNNUEN GONZÁLEZ

Soy escritora de historias paranormales y romance contemporáneo.

Se dice que un libro puede cambiar tu vida. En mi caso, ese libro fue El Señor de los Anillos. Gracias a la recomendación de un buen amigo, la fantasía de Tolkien me encausó en el camino de la lectura, y, desde entonces, amo tener un libro en mis manos.

Solo fue cuestión de tiempo para que mi lado como escritora naciera, y en el 2009 tomé papel y pluma tras tener una pesadilla constante que me llevó a desarrollar la idea para mi primer libro: El Despertar. Desde entonces, le han seguido más, y sigo escribiendo.

Las ideas para mis historias las obtengo de mis sueños, elemento que está generalmente presente en las vidas de mis personajes, y la observación del mundo que me rodea. Mi amor por el Reino Unido, en especial la ciudad de Londres, también ha influenciado para que mis historias se desarrollen ahí, o contengan elementos Ingleses.

Mi objetivo es no dejar de escribir hasta que mis sueños dejen de ofrecerme ideas; espero que sea para siempre.

Los escritores que me han influenciado son: J.R.R. Tolkien, J.K. Rowling, Dan Brown y Jane Austen.




Felin: Yunnuen fuiste de las primeras autoras que conocí en este mundillo Indie, por eso te tengo cariño y para mi es un orgullo tenerte en este reto de escritura junto a mi. Vamos a conocer un poco tus gustos, pasiones, tu carrera y algún detalle extra.


Yo Escribo


Felin: ¿Qué fue lo que te hizo decidirte a participar en el reto?

Yunnuen: El reto especial que se hizo para Halloween del 2020. Participé en esa ocasión y me gustó la experiencia. Así que cuando se lanzó para este año, decidí lanzarme a la aventura. Ha sido muy emocionante y estoy sorprendida de los relatos que he escrito.

Felin: ¿Recuerdas con cuántos relatos participaste?

Yunnuen: Hasta hoy, ocho. Por desgracia, los meses en donde fallé, la vida diaria no me dio la idea para poder escribirlos. Estoy decepcionada de eso porque mi idea sí era escribir los doce relatos.

Felin: ¿Cuál te costó más trabajo escribir, ya sea por las palabras o por la inspiración?

Yunnuen: El de agosto, ya que tenía la palabra “zombis”. No soy fanática de ese tipo de lectura o películas. En fin, el tema en sí. Pero cuando llegué a ese mes pensé bien que es lo que no me gusta de esas historias, así que escribí lo contrario. Y me gustó tanto el resultado que en un futuro podría salir una historia de ahí. Tal vez.

Felin: ¿Te gustaría extender uno de sus relatos para convertirlo en algo más extenso, ya sea relato largo o novela, y cuál es?

Yunnuen: La verdad es que todos me gustaron para extenderlos. ¡Estoy en un problema!

Felin: ¿De todos tus relatos cuál te gustó más?

Yunnuen: Todos me gustaron, pero hubo algunos en especial que me llevaron por temas que no suelo escribir. “Espejo Oscuro” en especial.

Felin: ¿Más o menos cuánto tardabas en escribir el relato mensual?

Yunnuen: Depende de la inspiración. A veces escribía solo la introducción o la idea básica y lo dejaba descansar unos días para que se creara bien la idea en mi cabeza. Una vez inspirada, me tomaba una hora, más a menos.

Felin: ¿Te gustó escribir de esta manera, es decir ya con palabras asignadas?

Yunnuen: Sí. Porque ese era el reto en sí.

Felin: ¿Volverías a participar este 2022?

Yunnuen: Me encantaría volver a hacerlo, pero, por desgracia, no puedo porque tengo que escribir las historias para ese año.


Mis Gustos Para Escribir y Leer

Felin: ¿Qué hora prefieres o te acomodas para escribir?

Yunnuen: Suelo escribir de noche. Esto es porque no me interrumpen.

Felin: ¿En una libreta, en el teléfono o directo en la computadora escribes?

Yunnuen: Usualmente en la computadora o Tablet. Es más cómodo para mí, por cuestiones de espacio. Además, uso Apps en donde tengo mis escritos a la mano en caso de que me ataque la inspiración.

Felin: ¿Escribes, revisas y públicas o eres de los que le dan mil revisiones para pulirlo antes de hacerlo público?

Yunnuen: Le doy hasta seis revisiones. A veces, ocho. Las tres primeras son para arreglar y agregar cosas al borrador, luego una revisión para dárselo a mis betas, y ya de acuerdo con sus comentarios empiezo a hacer cambios o correcciones. La última revisión siempre es para corregir gramática y ortografía y la hago auditiva. Es decir, escuchó el “audiolibro” para ver si no se me fue algún error.

Felin: ¿Cómo es el lugar donde escribes?

Yunnuen: No tengo espacio para escribir. Entonces, lo hago en la cama (Tablet y teclado portátil) o en el comedor cuando es la computadora. Espero el próximo año ya tener mi lugar personal para escribir. Antes del COVID, me encantaba ir un par de días a la semana a Starbucks cerca de mi casa (clásico cliché). Era muy entretenido escribir ahí; por alguna razón, me inspiraba más el ambiente. He escrito ahí dos libros y muchas ideas más.

Felin: ¿Algún ritual al momento de ponerte a las teclas?

Yunnuen: Este año el café ha sido super indispensable, mi música siempre (no ha cambiado) y algo para comer (galletas o papitas). Me da hambre siempre que estoy frente a la computadora.

Felin: ¿Influye en tu estilo las lecturas que realizas?

Yunnuen: No. Suele leer un género diferente al que estoy escribiendo para no influenciarme. Un ejemplo, si estoy escribiendo una historia paranormal, leo suspenso o contemporáneo.

Felin: ¿Cuántos libros lees al año y algún género en especial?

Yunnuen: Suelo leer entre diez y doce (Este año ha sido malo en la lectura). Quisiera leer más, pero como yo hago todo el trabajo de mis libros, no tengo tiempo. Es irónico que antes de ser escritora, leía mucho más.

Felin: ¿Quién es tu autor o autores de cajón (favoritos) y que novela no te cansas de recomendar a todo el mundo?

Yunnuen: Dan Brown es mi autor favorito. Y el libro que no me cansó de recomendar es “Girlfriend in a Coma” de Douglas Coupland. Es una lástima que no hay traducción en español porque es un libro increíble.


Mi Trayectoria

Felin: ¿Cómo iniciaste en este mundo de letras?

Yunnuen: Todo inició con una pesadilla (que aún tengo a veces). Llegó un momento que tuve que hablar de ella, dos personas muy cercanas les gustó tanto que me animaron a escribirla. Al principio, estaba renuente en hacerlo porque no tenía idea de cómo empezar a escribir. Pero lo que hice fue escribir el sueño tal y como lo relaté y así nació mi primer libro “El Despertar”.

Felin: Sabemos que ya tienes novelas publicadas, ¿cuál es tu mayor orgullo (ya sé qué dirán todas, pero alguna será su consentida por diversas razones)?

Yunnuen: Tengo dos:
El alma de Dorian”. Al ser basado en un personaje ya creado por Oscar Wilde, fue un reto no salirme del perfil que él le dio a su personaje. Así también crear toda una historia alrededor de la idea de que Dorian Gray está vivo y es “real”. Y, para terminar, las escenas eróticas que eran necesarias de acuerdo con el carácter de Dorian.
Estoy orgullosa de que muchos lectores lo tengan como su lectura favorita.
Otro es “Expiación”. Fue todo un viaje teológico que me dio miedo escribir todo el tiempo. Temía que los lectores se sintieran ofendidos por cómo manejé el tema religioso, pero ha sido muy sorpresivo que lo han amado mucho.

Felin: ¿Dónde has publicado?

Yunnuen: En Amazon, iBooks, Barnes & Noble, Smashwords, Google Play y Wattpad.

Felin: ¿Sobre qué temas o géneros te gusta escribir y de cuál nunca lo harías?

Yunnuen: Paranormal, contemporáneo, y últimamente fantasía. Y no escribiría erótico. Mis historias tienen un toque de erotismo, pero no creo que pueda escribir algo completamente de ese género.

Felin: ¿Qué prefieres o que puedes escribir con más facilidad: relatos o novelas?

Yunnuen: Novelas. Ya que hago planeación algo extensa.

Felin: ¿Cómo es el proceso que tienes para comenzar a desarrollar una historia?

Yunnuen: El resumen de la historia (como se me ocurrió), mis ideas que podría agregar, investigación y, principalmente, desgloso la historia en con el método de 3 actos (a veces, la historia cambia de la idea original). Y empiezo con las escenas que me entusiasma escribir mucho. Gracias al sistema que uso, puedo escribir en desorden.
Cuando termino el borrador (generalmente de 50, 000 palabras), empiezo a pulir la historia hasta que quede como me gusta.
Ya el siguiente proceso es revisar, corregir, etc. hasta llegar a la versión final.
La que ustedes finalmente disfrutarán. 

Felin: ¿Cómo definirías tu estilo?

Yunnuen: Me gusta que mis historias tengan realismo, a pesar de ser ficción. Me gusta dar giros y, si trata de paranormal o fantasía, modificar las criaturas que ya tenemos preconcebidas.

Felin: ¿Proyectos nuevos para publicar este 2022?

Yunnuen: Apenas estoy decidiendo qué historias publicar. Aunque tengo dos que son casi seguras: El segundo libro de la Bilogía Nosotros y el segundo libro de la serie Dioses & Mortales.


Mis Pasiones

Felin: ¿Día o Noche?

Yunnuen: Noche. Soy un búho desde bebé.

Felin: ¿Lluvia o Sol?

Yunnuen: Lluvia. Me encanta todo lo que se antoja hacer en una tarde lluviosa. El calor me pone de malas.

Felin: ¿Playa o Montaña?

Yunnuen: Montaña. Al “odiar” al sol, odio el calor, y las playas tienen todo eso.

Felin: ¿Té o Café?

Yunnuen: Ambos. En cuanto a café, que sea de grano, y té que sea importado porque es más fuerte.

Felin: ¿Solo o Acompañado?

Yunnuen: Ambos. Hay veces que adoro mi soledad, pero también convivir con alguien.

Felin: ¿Con Luz o Sin Luz?

Yunnuen: Sin comentarios.

Felin: ¿Dulce o Salado?

Yunnuen: Ambos.

Felin: ¿Ebook o Papel?

Yunnuen: Ambos. El e-book es muy conveniente y económico, pero también es muy bonito sentir y oler un libro. 
Muchas gracias Eelyn por permitirme participar en el reto. Lo disfruté muchísimo y sin lugar a duda has ayudado a que nuevas ideas de historias hayan nacido.
Gracias y te deseo mucho éxito con tus relatos. 

Felin: U n gusto tenerte por aquí, y bueno, ojala tengas tiempo para escribir aunque sea un relatito, que los tuyos fueron increíbles. Gracias y nos leemos pronto, que esa segunda parte de Nosotros la espero con ansias.






Enero

El Regalo De Universo

Ha iniciado ya el primer día del año. La noche es fría, más de lo que ha sido otros años, pero es adecuada para pensar en un nuevo inicio. Tan incierto como el actual clima.
Estoy sola en un país que hace poco hice mi nuevo hogar. Buscaba paz y la he encontrado aquí.
Tomé el regalo que me dejaron en la puerta el día de navidad, con una tarjeta que me pedía abrirla hasta este momento. Sé que debo sospechar y temer, pero algo me dice que no es nada malo.
Encendí la lámpara de la sala, cuya luz es tenue y cálida, y me senté en el suelo frente a la mesa de centro para abrir el regalo. Mi corazón se detuvo cuando la palabra «Ouija» apareció al arrancar el papel.
El simple hecho de tener ese «juguete» tan temido, me hizo alejar la caja. Pero una tarjeta sobresalió y aprovechó mi debilidad curiosa para que la leyera.
Mis manos temblaban ante su mensaje secreto que decía:
"Te estoy esperando."
Solté la tarjeta y me retiré de ambos con temor. Hui más yendo a la cocina para servirme un poco del vino que había abierto para celebrar la llegada del Año Nuevo. ¿Quién me había dejado esa tabla? ¿Por qué me la dejó? ¿Qué debo hacer?
—No seas Alicia. No seas Alicia —me restringí en un susurro, que se desvaneció cuando el vino me envalentonó para regresar a la sala.
Saqué el «juguete» de su caja. Tanto se sabe de él que no creí necesario leer sus instrucciones. Sin embargo, antes de poner los dedos en el puntero, di un trago de vino para tener más valor.
Abrí y cerré las manos, respiré profundo y puse los dedos sobre el puntero. Solo tomó un segundo para sentir que algo salió de ahí para sujetarse a mis dedos. Era doloroso, como si estuviera pasando a través de un rosal y sus espinas se estirarán más para rasgarme la piel.
El puntero se movió, torturando mi corazón con cada letra que formaba:
HOLA, EMMA.
ESTABA ESPERÁNDOTE.
Quise soltar el puntero, pero las espinas invisibles se aferraron más hasta que ya no las sentí.
—¿Cuál es tu nombre? —pregunté en voz temerosa, como si ese espíritu estuviera en el cuarto ya.
El puntero tardó en moverse.
ASHER
—¿Dónde estás?
CERCA DE TI
Sentí un horrible escalofrío recorriéndome y mi corazón latió más asustado. Tragué saliva para hacer la pregunta que ya me estaba quitando el respiro.
—¿Estás vivo?
El puntero no se movió, tal vez la conexión se rompió. Cerré los ojos aliviada, pero enseguida sentí que algo me rodeó, fue como un cobertor frío que se hizo tibio al contacto conmigo.
Abrí los ojos cuando el puntero se movió agresivo hacia la derecha.
Estuvo ahí solo lo suficiente para dejarme asimilar la idea de que he contactado a… El puntero se movió agresivo en círculos para después formar:
BUSCAR. AHORA.
El puntero siguió moviéndose con agresividad escribiendo siempre las mismas palabras.
—¡No, no! ¡Suéltame! —grité aterrada, logrando con dolor liberarme del puntero, el cual terminó con la palabra «NO».
Me levanté aterrorizada para salir del departamento, tirando la tabla y el puntero al suelo.
El aire frío me despejó lo suficiente para escuchar la verdad de boca del universo. Él me ha encontrado, después de haber estado ausente durante tres vidas.







Febrero


Encontrado Por Una Estella

Un destello muy brillante y cálido me hizo abrir los ojos. Frente a mi estaba un atardecer que deseaba detenerme con su belleza, pero respiré profundo y caminé por la playa para cumplir mi propósito.

Sentí el susurro de las olas acompañando cada uno de mis pasos. A lo lejos, escuché las risas de personas entremezcladas con las notas de un instrumento acústico. Seguí caminando hacia ellos, con el viento moviendo a placer mi vestido de seda blanca, hecho por las hadas más talentosas de mi reino.

Uno de ellos notó que me acercaba, y anunció mi presencia a su compañero con un codazo.

Sonreí cuando el hombre distraído me notó. Hace milenios que he soñado con esa sonrisa, que ha sido mi sol y mi luna.

Estaban sentados frente a una fogata, cuyo fuego se alzaba creando dragones que ellos invocaban con su música sin saber. Me detuve frente a ellos, sintiendo su silencio como una brisa helada, casi invocada por el hechicero más poderoso de mi mundo. Se miraron entre ellos.

—¿Quién de ustedes es Allastir? —pregunté. Mi voz salió en un murmullo musical que los desmayó en secuencia a los hombres, hasta dejar a Allastir muy confundido y aterrado de lo que sucedía.

Me senté a su lado.

—Te escuché en mis sueños —le dije mirándolo. Su sorpresa me hizo sonreír, pero creo que lo asusté más.

Miré a las llamas para domarlas con un movimiento de mano; se escuchó el rugir de los dragones regresando a sus cuevas.

—¿Sabes quién soy? —le pregunté mirándolo de nuevo. Me regresó la mirada por unos segundos, en su reflejo pude ver nuestro hogar basto y oscuro. También estaba buscándome entre sus recuerdos.

Entonces, sin decir nada, se puso de pie en lo que extendía una mano hacia la luna para tomar un haz de luz, y murmuró en lo que la manipulaba entre sus manos, hasta formar una corona.

Se hincó frente a mi para ofrecerme dicha corona.

—Eres mi reina… Y yo soy tu rey —dijo—. Ahora lo recuerdo.

Sonreí en lo que tomaba la corona para colocármela, después él se irguió para ofrecerme la mano, y levantarme sin despegar la mirada de él. Me tomó del cuello para reavivar la promesa de amor eterno en un beso.

Nuestros recuerdos fueron y vinieron entre nosotros.

Un mundo mágico en donde ambos gobernábamos. Un deseo de un humano que lo encarceló en este mundo, y un beso que siempre nos hará inmortales.

Somos seres de luz. Somos magia. Somos una estrella viviente.







Marzo


Aurora Boreal

Noruega

El lento parpadeo me permitió admirar al fin la aurora boreal, la razón por la que he venido a este lugar. Era lo más hermoso que he visto en mi vida.
Empecé a sentir la nieve derretida traspasando mi ropa invernal, y un extraño placer que jamás he sentido igual. No sé si fue por la estúpida idea que las películas me han metido en la cabeza, o porque el vampiro que está bebiendo la sangre de mi cuello me está llevando al borde de la muerte.
El atractivo hombre que me abordó en el bar del hotel, con preciosos ojos oscuros y sonrisa perfecta, me trató como un caballero todo el día para traerme a este lugar tan hermoso, en donde mi vida será al fin terminada.
No más esta maldita enfermedad que me está matando lentamente.
Aunque, me sorprendió la verdad de lo qué es un vampiro. Se supone que ellos no salen de día, que no pueden usar joyería de plata —aunque eso es para los hombres-lobo, ahora que lo recuerdo— ni beber otra cosa que no sea sangre. Y él ha hecho eso y más hace unas horas en el bar exterior del hotel.
Disfruté reír a su lado por mi vida tan monótona mientras que él creaba una flor de una servilleta, que después me regaló. ¿Me sedujo para este momento?
Por un momento, dudé que él fuera uno.
Respiré profundo para detener la vida, solo un segundo más.
—Por favor…, no me mates —supliqué tartamudeando.
Logré que detuviera su beso; sentí en ese momento que la extraña belleza que me estaba mostrando la muerte se detuvo. Pasó la lengua por sus labios para retirar los restos de mi sangre, después me tomó entre sus brazos para alzarme y verme mejor.
—No lo haré —aseguró mirándome. Me recorrió un escalofrío al adentrarme en su mirada oscura. Me vi a su lado caminando a través del tiempo, pero en el pasado. ¿Cómo puede ser eso posible?—. Jamás he necesitado tanto a una mortal como a ti —respondió en lo que acariciaba mi mejilla con afecto. Su mirada me hipnotizó con tal beneplácito que ya no sentí dolor.
D nuevo, miré a la aurora que aun alumbraba el acto. Su escalofriante canto me decía que estaba dándome una segunda oportunidad. Después de todo, por eso había venido aquí a buscarla, tras haber descubierto a Killian en casa. Quiero esa segunda oportunidad. Quiero vivir. Quiero a Killian a mi lado.
—Lo deseo. —Apenas lo volví a asegurar y me besó en los labios. Solo que la pasión que él desató me llevó a morder su labio hasta probar gotas de su sangre, las cuales me infectaron tan rápido con su inmortalidad.
Se levantó con tal facilidad, conmigo en brazos, y me alejó aún más hacia lo inhóspito para que nadie escuchara mi nacimiento.
Lo siento… Siento a Killian en mí. Su vida, sus experiencias, su amor y su odio. Todo.
Killian es un vampiro poderoso, y muy peligroso, que me ha dado lo que el destino me arrancó: una segunda oportunidad.
Y la aprovecharé.







Mayo

Espejo Oscuro

Las llamas de la hoguera bailan frente a mí, siguiendo una canción cantada por el universo. La noche es más sombría esta vez, o al menos así lo parece; como un espejo oscuro que no refleja la vida. Ni siquiera las estrellas quisieron presenciar el momento más oscuro que he tenido.

Esto no estaba planeado, no podía estarlo cuando el amor era lo que me hacía sonreír hace una hora. Si tan solo él no hubiera abierto la boca para revelar la verdad que incendió mi corazón hasta convertirlo en cenizas, todo sería diferente. Ambos seriamos felices.

Solo así he podido tener la sangre fría de tomar el cuchillo y esperar a que durmiera para desahogar cada mentira que sus labios me dijeron mientras me hacia el amor.

Con los ojos al fin abiertos, he podido descubrir que él no estaba uniéndose a mí. Para él, yo solo era un alma marchita usurpando el cuerpo de la mujer a quien siempre ha amado. Solo así pudo soportar mi entrega.

El primer ataque fue el más difícil, porque mis lágrimas me cegaron. No solo estaba arrancando su vida, sino también la mía. Pero cuando él abrió los ojos atónitos y dijo su nombre, creyendo que yo era ella, la ira se liberó y atacó una cuarta, quinta y sexta vez. Solo me detuve hasta que su vida escurrió en un río de muerte.

Pasé horas de pie frente a ese cascarón de mirada oscura y vacía que aun suplicaba perdón. Reviví mi vida a su lado, la cual, ahora veo que fue tan falsa como su oración suplicante de que yo regresara a él.
El dolor me cegó hasta que la hoguera hecha con su cuerpo y maderos encontrados alumbró la oscuridad. En solo unos minutos, antes de que se apague como el amor que él mató, liberaré este cuerpo que me sirvió de vía para estar con él. Para que ella, el gran amor de su vida, vea el horror que dejaré cargue por mí.

Su cuerpo ensangrentado será mi firma de divorcio.

Ella vivirá el dolor que él me infringió, hasta que su cuerpo sucumba y muera hasta yacer también en un frío cementerio, como lo hace el mío en este momento desde hace un año. Completamente olvidado por él.

Se me dio una segunda oportunidad para regresar a él, quizás solo para descubrir la verdad de que nunca hubo un «Te amaré para siempre, aun después de la muerte», solo un «Hasta que la muerte los separe».

Con un respiro de paz, me uní a la balada de la muerte que me liberará de ella.

Me fundiré con el universo; después de todo, eso se me prometió.







Junio

Árbol Llorón

¿Han escuchado acerca de un árbol llorón en medio de un pantano, cuyo llanto se ha escuchado cuando el viento habla con él?
La historia dice que un hombre condujo su auto último modelo dentro de la oscuridad perpetua hasta el pantano para deshacerse del cuerpo de su amada, quién horas atrás le había confesado que la soledad en la que la encerró mató el amor que le tenía.
En un ataque de desesperación al verla marcharse con solo una maleta, le arrancó la vida. Ella no suplicó, pues sin él ya estaba muerta. Él solo estaba terminando el sufrimiento que al final la llevó a confesarse.
El amor puede crear vida, pero también violencia y finalmente muerte.
El hombre despertó de la pesadilla para encontrar las huellas de la vida de su amada esparcidas por doquier. Su alma manchada se desgarró cuando ella no despertó.
Y en un llanto que, algunos dicen desgarró a la muerte, le susurró que la trajera a ese punto en el pantano. Lejos de todo.
Ahí, en medio de aguas infestadas de animales desterrados de la belleza, había una pequeña isla. El hombre cavó una tumba con sus propias manos, desgarrando su piel y el alma en llanto. Suplicó una y otra vez que el tiempo regresara. No al momento en donde perdió la cabeza y cometió tal atrocidad, sino al día en que ella empezó a sentirse olvidada.
—Lo siento —dijo a su amada. Limpió con sus propias lágrimas su hermoso rostro ensangrentado, hasta descubrir en ella una paz al fin alcanzada. Después se acostó a su lado para morir junto a ella.
—Jamás volverás estar sola —le prometió mientras que permitía que la muerte también viniera por él.
La naturaleza hizo su trabajo con el tiempo y un árbol creció de ese amor que no tuvo un «para siempre felices» en vida.
El árbol que ahora narra con su llanto el momento en que destruí lo que más he amado.







Agosto

El Milagro

Nadie creyó la advertencia de los científicos respecto a que un nuevo virus llegaría a la humanidad en cualquier momento. Nunca creyeron que un ser microscópico había aguardado dormido por eones; esperando paciente al huésped perfecto que le daría vida para reclamar la tierra.
Cuando los noticiaros dieron la noticia del primer caso, nunca acabaron las bromas en las redes respecto a los zombis, incluso las televisoras aprovecharon el momento para hacer dinero con las películas relacionadas al tema. Y el único libro cercano a lo que está viviendo la humanidad, antes era la broma del día… Ahora es el manual de supervivencia.
El virus viajó de persona a persona, como un colibrí buscando la flor perfecta para alimentarse. Pronto vimos las fronteras cerrarse tardíamente y, con cada vida perdida humana, nació el desespero y la demanda de una cura. Los científicos fueron obligados a crear una que funcionó; sin embargo, no muchos lograron obtenerla. No muchos cuerpos la aceptaron bien.
Mi familia fue parte de la lista trágica, cuyos cuerpos rechazaron la cura. Los perdí en cuestión de días.
Dada la situación en la que vivo, su muerte temprana fue una bendición porque no me hubiera gustado verlos deambulando sin saber qué desea el virus que tiene el mando de su salvajismo.
Cuerpos putrefactos que ya ni siquiera resemblaban al ser que fue feliz alguna vez.
Logré escapar, pero a un gran precio.
Han pasado cinco años de eso. Largos años que he sobrevivido huyendo en cuanto me siento cómoda en un lugar.
Debería cuidarme de los «zombis», pero en realidad es de la humanidad misma de quien me escondo.
Soy el paciente «milagroso». Humano contagiado que me ha mordido, se ha curado por solo unos segundos para morir en paz. Lo único que importa para ellos ya.
El rumor de mi existencia llegó a los poco científicos que quedaron. En esos días de caos, lograron atraparme y experimentaron conmigo como si fuese una rata de laboratorio. Experimenté el dolor, la soledad y el desprecio de aquellos que pregonaban que querían ayudar a la humanidad, cuando en realidad solo querían salvarse a sí mismos. 
Pero la maldad no siempre aniquila a la bondad, y uno de ellos se compadeció de mí y me sacó de ese recinto.
Durante la huida, la compasión se convirtió en amor y formamos una familia inmune al virus. Nadie sabe de ellos.
Aun me persiguen; por eso tomé la decisión más difícil de mi vida: abandonarlos para salvarlos. Pero empiezo a preguntarme hasta cuando podré hacerlo, porque ahora cada vez que soy mordida y veo la sangre escurriendo de en mi cuerpo, los recuerdos empiezan a ser vagos: Las caricias de mi esposo, el rostro inocente de mi hijo, la risa de amigas que siempre fueron leales a mí. Poco a poco empiezo a perder el control de mi humanidad.
El salvajismo de este virus desea al fin encerrar mi conciencia hasta matarla esta vez.
¿Cuándo será el día en que pierda todo al fin?







Octubre

El Cuarto

He estado en este cuarto de hotel por varios días ya. No sé en realidad cuántos, porque he dejado de contarlos desde que alguien me llamó por teléfono para decirme que tenía que escribir el final de mi historia, o la humanidad misma sufriría las consecuencias.
Al principio, lo tomé como una broma de mi editora. Siempre me hacía ese tipo de llamadas cuando mi fecha de entrega estaba a una semana de concluir. Era un ultimátum que siempre me ha animado, por muy torturador que se escuche.
Me reí tras que me colgaron sin decirme más.
Pero la risa desapareció con cada día que pasó, en donde recibía la misma llamada a la misma hora y con el mismo mensaje.
No sabía muy bien qué estaba pasando.
Hasta que una mañana recibí mi desayuno, y escondido debajo del plato había una nota que decía: «Mira por la ventana». 
Lo hice, después de todo, soy un hombre curioso, lo que me hace un buen escritor.
Ahora me aterra acercarme a la ventana, ya no decir mirar a afuera. Aun me acosan por la noche la destrucción que están viviendo allá afuera por mi culpa. ¿Por qué es tan importante lo que escribo para al mundo?
Hasta parece una cruel ironía. Siempre soñé con ser un escritor cuyas historias impactarían al mundo y lo cambiaran. Alguien me escuchó y cumplió mi deseo.
Siempre he escrito finales trágicos que dan un mensaje al lector. Esto es lo que me piden ahora, pero ahora no sé cómo llegar a uno en donde no acabe con la humanidad misma. Además, ¿para quién va a ser la lección? ¿Para mí?
He dado vueltas y vueltas por el cuarto, mirando la laptop de vez en tanto, con el insistente cursor parpadeando donde me detuve muchos días atrás.
Por alguna razón, no me ha faltado agua ni comida. Ni siquiera mi tan preciado café. 
—¿Qué debo escribir? —No he dejado de repetir.
Ya decidido a terminar con esto, respiré profundo para tomar valor a sentarme frente a la laptop. Sin embargo, al releer la última palabra escrita, las lágrimas de impotencia corrieron por mis mejillas. Aun me resistía a hacerlo.
Lo que antes me daba tanto confort ahora me arrancaba la vida lentamente. 
—¡Tienes que hacerlo! —me ordené ante el grito de una mujer que me erizó la piel.
Estiré los dedos y zangoloteé las manos como siempre lo hacía para una larga sesión de escritura.
Ante el toque de las teclas, cerré los ojos unos segundos para permitir que las imágenes se crearan en mi mente, solo así cobrarían vida en letras.
Escribí sin detenerme, escuchando de fondo el sufrir de las personas. Fue tanto lo que me martirizaron que tuve que colocarme los audífonos con mi música predilecta para no dejarme influenciar por ellos. Tenía que ser frío y tomar el camino en donde una vida puede terminar con cada palabra escrita.
La historia tendría su conclusión ya.
Llegué a la última frase que iniciaría el fin.
«Después de todo lo vivido, ella regresó».
Me quité los audífonos y aguardé unos segundos a la expectativa de lo que escucharía a mi alrededor.
Pero solo había silencio. ¿Habré terminado con el mundo?
Me levanté de la silla para ir a la ventana a averiguarlo con mis propios ojos. Cada paso era arrastrado, como si las pesadas cadenas de las almas que he arrancado me sujetaran de seguir adelante.
Las elegantes cortinas eran ahora lo último que ocultaba la verdad detrás, como la máscara de un mimó que encierra el dolor del comediante.
—Tengo que hacerlo —susurré para darme el valor a sujetar la cortina. Di un último respiro que fue interrumpido por alguien tocando la puerta.
Volteé hacia allá de inmediato. No he tenido contacto con ninguna persona desde que entré a este cuarto sin saber que sería mi cárcel.
Fui hacia la puerta sin dudar. Quién sea que esté detrás de ella, me está alejando del resultado de mi historia. No quiero enfrentar la verdad.
A pesar de que el cuarto estaba fresco, el picaporte se sintió cálido cuando lo tomé.
«¡Hazlo ya!», me animé abriendo sin pensarlo más.
Un par de ojos oscuros me recibieron con un enigmático pestañear. La mujer frente a mí me hizo retroceder aterrado hasta que tropecé con algo y caí de sentaderas.
—He regresado —dijo. Su voz angelical entró a mi para hacerme aceptar que tenía enfrente a la mujer de la que he escrito.
La humanidad sufrió para que ella pudiera existir.







Noviembre

11:11

Jamás pensé que, tras tener ese sueño tan extraño, despertaría viendo patrones por todos lados. Números y palabras parecen bolar frente a mí con la intención explicita de formar otro patrón.

He vivido días tan difíciles que poco a poco me llevan a la locura.

El humano no está capacitado para ver ni comprender tanta información del universo. Sobe todo, cuando no soy muy buena para las matemáticas.

Solo es cuestión de días para que me pierda en la locura si no logro descubrir que se está tratando de decirme.

Cada noche me voy a dormir con la plegaria de poder despertar por la mañana aun siendo yo.


Al abrir los ojos, los rayos de sol no fueron lo primero que visualicé, sino un rosa descansando sobre mi almohada. Me asustó tanto verla ahí, que me paré apresurada, pues vivo sola. Solo que fue tan rápido que la cabeza mi palpitó hasta llegar a un dolor punzante, casi mortal. Me apreté la cabeza con las manos, con la idea de que así se desaparecería.

El dolor fue desvaneciéndose junto con la rosa. No como si fuese borrada con una goma, no fue tan burdo. Sino que fue algo más celestial. Se desintegró píxel por píxel, si es que hubiese sido una imagen.

Me asustó tanto que salí de la cama apresurada. Los mensajes estaban transmutando de números y palabras a imágenes.

Pero no terminó ahí.

Escuché un zumbido dentro de mi cabeza. Números, palabras e imágenes irreconocibles me torturaron en un torbellino mortal. Me quejé cuando todo se desvaneció en otro dolor de cabeza.

En cuestión de segundo, el dolor se desplazó a todo mi cuerpo, que fue desintegrándose igual que esa rosa.

Grité. Era lo único que podía hacer para liberar un poco la tortura.

Me cegaron flashes continuos hasta que terminó en oscuridad. Si bien no era mejor, al menos me dio descanso.

Respiré profundo. El aire se sintió nuevo, casi como el primer respiro que da un recién nacido.

—¿Cuál es tu nombre?… ¿Me escuchas? —oí una voz masculina, desconocida para mí. sin embargo, sentía en su tono que estaba apresurado porque le hiciera caso.

Aun cuando quería abrir los ojos, no podía hacerlo con facilidad. Parecía que cada parpado estaba cargando toneladas de peso.

—¡Hazlo despacio! —me sugirió el hombre.

Cuando finalmente los abrí, una oleada de información me invadió: el rostro del hombre desconocido que parecía tener un aura de luz de colores, el sonido de una ambulancia y gritos de hombres que parecían dar órdenes a diestra y siniestra.

Al mirar hacia mi lado, vi dos autos destrozados y hombres amontonados ahí.

—¿Puedes hablar? —me preguntó el hombre que no dejaba de tocarme. Lo miré, aun tenia esa aura de colores—. ¿Recuerdas lo que pasó?

—11:11 —susurré.

—¿Qué has dicho? —preguntó acercándose a mí.

—11:11 —logré decir tras tragar saliva.

El hombre se puso de pie. En ese momento se acercó otro y le cuestionó que sucedía.

—11:11 —respondió el hombre.

—¿Estás seguro de que es ella?

—Sí. 11:11 lo confirma.

—Bien, saquémosla de aquí.

El hombre se agachó para tomarme entre sus brazos. Nadie le cuestionó lo que estaba haciendo, quizás porque aún seguían tratando de abrir esos dos autos que parecían haberse unido para formar uno solo.

—Tranquila, Isla —me dijo el hombre. Reconocí mi nombre, y me sorprendió que él lo supiera. Volteó a verme cuando sintió mi mirada temerosa—. No permitiré que brinques de nuevo en el tiempo. Duerme ya.

Con tan solo decirlo, mi cabeza cayó sobre su pecho. Los latidos cálidos de su corazón me tranquilizaron tanto que mi cuerpo deseo quedarse en ese tiempo ya.





Relato Favorito

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Novela Consentida

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Web y donde pueden encontrar todos sus relatos




Y bueno eso es todo con esta gran escritora y en verdad si no la han leído, pues no sé que están esperando.

Un gusto que hubiera participado en este #RetoDeEscrituraBFD2021

Y mañana tendremos a otro invitado... ¿quién será?


Gracias y un beso!!!






 

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