viernes, 25 de noviembre de 2022

(Relato) Disfunción - Yo Escribo 52 Historias / Semana 47

Yo Escribo 52 Historias

Semana 47

Árbol / Inspirado


Eelynn Cuellar

Disfunción



Esto nunca me había sucedido... Se que esto suena a un cliché, y sí, no me vean así, ya sé lo que están pensando, puedo ver sus mentes perversas imaginando que "aquellito" no está de ánimo, y estarán pensando en decirme cosas como: es normal a todos les sucede; debes estar cansado; para eso existe la pastillita azul... Ahora no quieran negarlo ya estaban a punto de decirme algo parecido.

Pues lamento decirles que tienen una mente cochambrosa y yo no me estoy refiriendo a eso.

Creo que debo aclarar las cosas antes de que sigan pensando mal de mí.

Cómo verán, pues muy agraciado no soy en realidad, Tampoco soy un adefesio, y para quienes me conocen más, siempre han admirado mi capacidad para conquistar a féminas que parecen diosas. Muchos me han preguntado por mi fórmula secreta para conseguirlas. La fama, la fortuna o la belleza no lo es todo, a veces la lengua supera todo eso y... ¡Come on! Focus y dejen de estar pensando en eso, no, no, no... La lengua a la que me refiero no es para hacer esos movimientos que están imaginando... Pero qué cochinos son en verdad, así que dejen de interrumpirme para que termine de contarles mi historia.

¿Dónde me quedé? Cierto en que iba a contarles mi secreto.

El secreto está en endulzarles el oído con dulces palabras, con poemas y palabras solo para ellas y demostrarles las pasiones que pueden despertar. Verlas es suficiente para estar inspirado y escribir algo para cada una, y sí, no soy de esos pseudopoetas que reutilizan una y otra vez las mismas palabras para todas chicas, yo era afortunado y la inspiración siempre llegaba sin problemas, que incluso en vivo, sin pensarlo mucho podía recitarles algunas líneas con solo verlas unos segundos... Hasta anoche que esa morocha me dejó sin palabras. Lo intenté una y otra vez y nada, ni un hola salía de mis labios, me sentí... Ya sé podrán imaginar y sí aquí podemos hacer una de sus citas y fui disfuncional, sí del tipo que se imaginaron al inicio, pero con mis palabras y no con eso...

Me sentí tan mal que antes de salir corriendo de ahí como un chiquillo, en un susurré le dije: esto nunca me había sucedido.

Ha pasado casi un mes desde aquella noche y no he logrado escribir una línea decente, por eso un colega me recomendó tomarme unas pequeñas vacaciones en un lugar tranquilo para volver a reconectar con mis sentimientos y en mi desesperación tomé su consejo, unos amigos tienen una casa en el campo, el lugar ideal y tranquilo dónde esperaba encontrar a mis musas y poder volver a escribir como es debidamente.

Una mañana soleada, estaba sentado en la mecedora con mi laptop y me di cuenta donde me estaba equivocando, cerré el aparato y regresé a mi habitación, tomé una libreta, un par de plumas y lápices y caminé un rato por el pasto hasta que encontré un árbol con una sombra impresionante y me senté ahí con la ojos cerrados dejándome llevar por las sensaciones que el viento, los aromas comenzaban a despertar en mí, todo iba perfecto hasta que sentí un pequeño golpe en mi cabeza, y luego otro, y uno más... Incluso hasta una pequeña risa pude escuchar.

Abrí los ojos, y vi al culpable... Culpables ya que parecía ser una familia completa de ardillas. Desde ese día, todas las mañanas iba al mismo árbol llevando varias nueces en un bolsillo y podía verlas horas comer y ver cómo trepan los árboles. Me olvidé de escribir y dejar de presionarme, me tomé en serio mis vacaciones.

Aunque sabía que no los utilizaría, todos los días cargaba con las libretas y plumas, y por varios días hasta olvidé que las llevaba conmigo, hasta que un día mientras veía a mis ardillas, llegó por fin. Me sentía inspirado y comencé a escribir de nuevo, la única diferencia es que ahora no hablaba de la belleza de la mujer, lo hacía de la belleza de la naturaleza, lo maravillosa que es y que muchas veces es ignorada por cosas banales, frías y sin sentido. Ahora sí escribía cosas que valían la pena y que muchas personas podrían disfrutar y no solo una bella mujer.

Nunca me había sucedido esto, y ahora me siento más completo... Y bueno, ya que veo siguen pensando en lo mismo, creo que debí decir que mi otra profesión aparte de ser escritor o poeta, soy terapeuta y creo podemos hablar de esas fijaciones que tienen con el sexo.





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