Yo Escribo 52 Historias
Semana 46
Sombras / Automóvil
Ying Yang
Ying Yang
Odio a mi jefe.
Soy un inepto del que abusan siempre, claro, ya sabía que no podría negarme a terminar el papeleo.
Era viernes y todos lo único que deseaban era irse a casa con sus familias para descansar, y como yo soy el único soltero y sin familia cerca, pues no había nadie que me esperara en el apartamento.
En un principio no creí que me tardaría tanto en terminar y se hizo más tarde de lo que esperaba. Tenía hambre y mi nevera estaba vacía y por la hora ya no encontraría ningún establecimiento para comer algo.
De mal humor entré en el elevador hacia el estacionamiento, siempre se me ha hecho tétrico y ahora que está solo, se me hace aún más. Camino lo más deprisa que puedo hacía mi automóvil.
Nunca he sido paranoico, pero me gusta ser prevenido y a cada paso que daba no podía evitar observar por encima de mi hombro y comprobar que estaba solo. Escuchaba ruidos a mi alrededor y juraba que veía cosas moviéndose a mi alrededor.
Comencé a repetirme que era el cansancio y que las sombras que me rodeaban no se movían, que todo era producto de mi imaginación.
Con manos temblorosas busco las llaves para abrir el auto y un fuerte ruido a mi espalda me hizo soltarlas en el suelo... Algo detrás de mí se acercaba, podía sentirlo y lo único que se me ocurrió hacer en ese momento fue comenzar a rezar y suplicar que no me hicieran daño.
Un pequeño ronroneo me sorprendió. Dos gatitos bebés llegaron a mis pies, una panterita y el otro era blanco. Tome a cada uno con una mano y esperé un buen rato para ver si salía alguno más o su madre, y al ver que no aparecía ninguno otro, los coloque en el asiento de copiloto y me di cuenta que en un instante me convertí padre de dos y ya tenía una familia.
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