viernes, 26 de agosto de 2022

(Relato) Nunca Te Olvidé - Yo Escribo 52 Historias / Semana 34

Yo Escribo 52 Historias

Semana 34

Madera / Corazón


Eelynn Cuellar

Nunca Te Olvidé


 

Aún recuerdo cuando después de nuestro primer beso, grabó nuestras iniciales dentro de un corazón en aquel árbol, uno que fue nuestro cómplice y guardó nuestro secreto al mundo, y nos resguardo del sol, la lluvia y las miradas curiosas.

Los años transcurrieron y solo aquel grabado era el único testigo del que creí era un amor para toda la vida, y estaba equivocada. Muy equivocada.

Un día, simplemente no apareció a nuestra cita, al principio quise justificar su ausencia poniendo mil razones a los motivos que tuvo para dejarme aquí sola, pero los días, semanas transcurrieron y ni una noticia tuve de él.

Le lloré por demasiado tiempo e incluso sentí que me secaría como ese árbol que fue testigo de mis sentimientos.

Un día llegué a nuestro lugar y me encontré con la sorpresa que lo talarían, y les supliqué que no lo hicieran, viendo desvanecerse cualquier esperanza de salvarlo pedí como favor especial que ese trozo de madera donde están mis sueños truncados me lo regalaran, después de meditarlo un poco, con cuidado hicieron el corte y me lo entregaron. Aún no sabía que haría con él, pero algo se me ocurriría.

El mundo no se detuvo y mil cosas sucedieron en todo este tiempo, la mayoría de ellas transformaron la vida como la conocíamos, pero yo seguía aferrada a ese trozo de madera, para nunca olvidar quién soy, o quién fui en algún momento.

Hace años eran solo rumores, hoy es un peligro salir de casa y de caza, y más a mi edad, a pesar de los años y su estado, en cuanto lo vi, lo reconocí.

Traté de calmarme, en unos segundos tomé la decisión, no podía dejar que se acercará más a mi, con mano firme y unas lágrimas corriendo por mi mejilla, le disparé en la cabeza. Sé que el ruido atraerá a más de ellos y tendré que marcharme dejándolo atrás, como creí que él lo había hecho conmigo. Por lo menos en este momento me queda el consuelo que así como su alma ya descansaba desde hace tiempo, su cuerpo también lo hace ahora.





 

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