sábado, 14 de mayo de 2022

(Relato) ¡Hola Abuelo! - Yo Escribo 52 Historias / Semana 19

Yo Escribo 52 Historias

Semana 19

Calabaza / Neblina


Eelynn Cuellar

¡Hola Abuelo!

¡Hola, Abuelo!

Cassandra estaba acostada viendo la televisión cuando su abuela entró a su habitación para pedirle que fuera al huerto y le llevara un calabaza.

—Abue, ya está oscureciendo —contesta con pereza—, no puede ser mañana.

—Niña, no me rezongues necesito la calabaza para preparar el pastel de tu abuelo.

—Tita, pero si el abu... Ok ya voy, ya voy.

Se sorprende que aunque apenas van a dar las seis de la tarde y estando en plena primavera se vea tan oscuro y se sienta tanto frío. Una pequeña brisa llena el ambiente y el aire huele a húmedad. Conforme me voy adentrando al huerto, noté que la neblina iba descendiendo rápidamente, dándole un lúgubre toque a la noche. Siento un escalofrío que recorre mi columna vertebral y los vellos de mi cuerpo se erizan todos. Nunca he tenido miedo... A nada en realidad. No es que me sienta valiente, pero gracias a mi don, veo las cosas diferentes.

Hubo un momento en que creí que mi tita también lo tenía por algunas cosas que decía y el día que estuve a punto de hablar de él, me di cuenta que en realidad no lo poseía y me resigné a vivir esto sola.

La primera vez que me sucedió, era muy pequeña y en su momento no lo entendí. Recuerdo que estaba en la cama durmiendo, sentí frío y cuando me enderecé mi habitación estaba llena de humo, después comprendí que no era humo, sino neblina y se que verla, sentirla u olerla —tardé en aprender esto—, significaba que uno estaba cerca y venía por ayuda.

¿Esto es sencillo?

Para nada, ya que puede suceder en cualquier momento y es como si entrara en una especie de trance, los demás creen que me da un ataque de epilepsia o un desmayo, y lo que sucede en realidad es que me despliego astralmente para poder ayudarlos.

Veo gente muerta que necesita un último favor para poder trascender.

Estoy tan acostumbrada a esto que ya lo veo con normalidad, aunque esto en realidad es difícil, a veces son cosas sencillas para realizar, otras es complicado acercarme a desconocidos para darles un mensaje del más allá. Me ven raro, me atacan y se burlan de mí. Esto es lo difícil... Que me crean.

Cuando veo a mi abuelo, me sorprende, es más común que los fantasmas que vea es gente que ha fallecido recientemente, él tiene más de quince años.

—¿Cuánto has crecido mi pequeña?

—Abue, ¿Cómo es que...? 

—Créeme mi niña, no quisiera estar aquí.

Sus palabras me atemorizan y no puedo evitar llorar.

—¿Me dolerá?

—Estoy aquí para tomarte de la mano y sea más sencillo.

No me asusta la muerte, me duele más que de haberlo sabido, les hubiera dado un beso de despedida a mi mamá y mi abuela, que se quedarán esperando que entre de nuevo por esa puerta.




1 comentario:

  1. Es la primera vez que te leo, y la verdad es que escribes muy bien. Sigue así!

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