En esta oscura y trepidante continuación de la serie Dorothy debe morir, Amy Gumm deberá hacer todo lo que esté en sus manos para matar a Dorothy y liberar a Oz de su tiranía. Para convertir Oz de nuevo en una tierra libre, a Amy Gumm le fue asignada una misión: arrebatarle el corazón al Hombre de Hojalata, robar el cerebro del Espantapájaros, despojar al León de su valor y la consigna final: Dorothy debe morir. Pero Dorothy aún continúa con vida. Y ahora la Orden Revolucionaria de las Brujas ha sido desterrada y la misteriosa princesa Ozma puede que sea la única aliada de Amy para llevar a cabo su misión. Conforme Amy va descubriendo toda la verdad de la tarea que le fue encomendada, se dará cuenta de que su verdadera casa en Kansas puede que también esté en peligro.
En un mundo en el que la línea entre el bien y el mal es tan frágil como el viento, ¿en quién podrá confiar Amy y quién realmente está embrujado?
Esta segunda parte, creo que me ha gustado un poquito más que la primera, y no tanto por la trama, que en verdad se me hizo mayormente lenta, aburrida, sosa e incoherente en algunos momentos, ya sé que esto suena quizá un poco contradictorio, ya que así pareciera no hay nada bueno aquí. Lo que me gustó es ese mundo retorcido, oscuro, sangriento que la autora transformó este mundo, y aunque sigo sin empatizar, entender o lo que sea con los personajes, Dorothy es alguien que ya no se nota como niña berrinchuda y caprichosa que es como la vi en la primera parte, cambié de su percepción, y bueno, Amy es que fue la que más me desesperó más en esta ocasión… no esperen que Nox es el peor personaje. Bueno, estábamos con Amy, se convirtió en una quejica de ahhhh tengo que matar a Dorothy y patear traseros, y yo porqué??? que aburrido, debo matarla, ahhh debo… tengo… debo… y así por toda la novela que ya quería meterme dentro de las páginas y darle unas cachetadas para que dejara de quejarse una y otra vez, y no solo eso me exasperó de ella, fue o se quejaba por su “trabajo” o “misión”, o de plano se la pasaba suspirando por Nox a cada segundo. Creo que si esta novela tuviera menos romance que para empezar no tiene nada que ver, cabida y ni siquiera se me hace constante, quizá hubiera sido un poquito mejor la historia, solo un poquito.
Aparte se notaba que ni los mismos personajes se sentía a gusto con esta decisión de la autora de ser algo más que amigos y esos besos eran no solo eran un martirio para ellos, en serio… y bueno Nox, un momento podía ser cursi, dulce, un amor y al siguiente un cobarde, un mariquita que me desesperaba horrible leer algo sobre él.
Aunque sigo sin estar de acuerdo con muchas de sus acciones, si logro apreciar que todos fueron mucho más coherentes, reales y actuaban por instinto, bajo presión y eso los hizo más reales y puedo decir que hasta coherentes.
Es mucho más corta esta novela, pero en general tiene puntos buenos y puntos malos, pero realmente siento que ese romance entorpeció mucho y no logramos avanzar mucho en la trama, lo que parece o nos hace sentir que hemos perdido el tiempo al leer esto.
Tenemos nuevos personajes, que la mayoría pasan inadvertidos, bueno, la mayoría de los que ya conocíamos también parecen que solo están ahí de adorno de más y se han estancado… quizá Ozuma merecía más protagonismo que todos los demás.
Más mala que buena e interesante en realidad.
Los Malos Se Alzarán es una historia que la sentí muy estancada, que no avanzamos mucho, los personajes realmente no brillan como deberían, a pesar que se comportan bajo presión mucho mejor, Amy mi exasperó en esta ocasión al ser tan quejica y a Nox lo sentí muy bipolar en su forma de actuar… Un romance muy forzado que se nota a los involucrados hasta incómodos ante esas situaciones. Hay detalles que me gustaron, y a pesar de todo, creo que me ha gustado un poquito más que la primera parte. 
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