viernes, 17 de abril de 2020

(Recopilación)Yo Escribo Marzo - Chocolate by Varias Autoras

Yo Escribo Marzo

Chocolate




Ale Peña, Ana Monsalve, Marifer Jorquera, María Elena Rangel, Lúthien Númenessë, Freya Asgard, Evelyn Cuellar
Hola!!!

Y bueno, este mes de marzo tuvimos 7 relatos  en total, tan diferentes uno del otro que es difícil decidir quedarte con uno solo como favorito.

Les recuerdo que si alguien quiere unirse para el de mes de abril aún tenemos casi medio mes, pero si quieren más tiempo pueden comenzar en mayo…

Toda la info del reto de escritura lo encuentran en el banner que está en la parte superior derecha.

Pero vamos a lo que nos importa, leer estos siete retos maravillosos.






María Elena Rangel
 
Chocolate´s Club

Tomás llegó al club llamado Chocolate. No era el lugar más fino que hubiese conocido; entró y se sentó en el rincón más discreto que consiguió. Pidió una cerveza, luego paseó su mirada por el lugar.

El local se encontraba lleno de hombres enloquecidos por un grupo de mujeres semidesnudas que danzaban alrededor de unos tubos, contoneando sus cuerpos al ritmo de la música.

Dio un trago a su bebida observando el espectáculo, cuando su mirada se posó en ella, la mujer por la cual se encontraba allí. Sus ojos no podían despegarse de ese cuerpo voluptuoso que se movía al unísono con aquella sensual melodía, como si formara parte de la misma; pero sus ojos no lo buscaban lo veían a él, al hombre sentado en aquella mesa VIP, con una pasión que nunca le había prodigado a su persona.Ella se acercó a ese hombre con movimientos sensuales y entre los dos la excitación era palpable.

Tomás no resistió más, la furia nubló sus sentidos. Se levantó, caminó hacia ellos sacando la pistola que guardaba dentro de su chaqueta y vació su contenido en la stripper, y su nuevo amor.

ÚLTIMA HORA: El empresario Tomás Saldarriaga cegado por los celos ultimó a tiros a una stripper del renombrado club de nudistas, el Chocolate´s Club, y al amante de esta. Luego se conoció que dicha stripper era su esposa: Natalia Saldarriaga.







Freya Asgard
La semana Santa se acercaba a pasos agigantados, Lucas estaba cansado y esperaba con ansias el fin de semana largo, iría a su casa en la costa, la cual había sido fruto de su trabajo y constancia.

Una mujer se acercó al mesón de atención y Lucas se apresuró a atenderla.

―Hola, ¿puedo ayudarla?

―Sí, necesito un chocolate especial para mi pololo.

―¿Qué tan especial?

―No sé, algo grande, bonito y que demuestre el amor que siento por él.

El hombre abrió una carpeta para enseñarle los modelos de chocolate que podía ofrecerle.

―¡Este! ―exclamo emocionada.

―Perfecto. Desde mañana y hasta el jueves puede venir a retirarlo, se cancela la mitad y el resto al momento del retiro.

―¿No se deshace, cierto?

―No, no, pierda cuidado.

―Ya, lo voy a pasar a buscar el jueves después del trabajo.

―Atendemos hasta las seis ese día.

―Ya, no hay problema. Gracias.

Lucas le extendió la boleta para poder retirar el producto y la joven se fue.

―Dichoso tu pololo ―comentó para sí mismo, luego de que ella cruzara la puerta de calle.

El jueves, a las seis de la tarde, el dueño de la chocolatería se dispuso a cerrar la tienda, pero no se animaba del todo, pues la enorme coneja enamorada continuaba allí, quizás ella había tenido problemas para salir a tiempo del trabajo o estaba pegada en un taco. No sabía si llamarla o no. A las seis y cuarto se decidió a marcarle, le contestó una voz llorosa.

―Disculpe, soy Lucas, de la chocolatería.

―Oh, es cierto, debía ir por el chocolate ―dijo y lloró más.

―Sí tiene algún problema…

―No, no, voy altiro, ¿puede esperarme diez minutos?

―Claro, aquí la espero, cuando llegue me avisa, la tienda ya está cerrada.

―Gracias.

Lucas la vio llegar peor de lo que se imaginó, parecía novia abandonada en el altar. Abrió y la hizo pasar, le ofreció una taza de chocolate caliente y unas galletas.
―Soy la peor clienta ―lloró.

―No diga eso, todos tenemos nuestros días malos.

―Este no es un día malo.

―¿Puedo preguntar qué pasó?

―Terminé con mi pololo.

―¿El amor de su vida?

―Me engañaba.

―Déjeme adivinar, con su mejor amiga

―Con mi mamá

Lucas se quedó de piedra, eso no se lo esperaba.

―¿Qué vas a hacer?

―Sinceramente, quiero matarlos a los dos. Mi papá supo la mala nueva y le dio un infarto.

―¿Quedó muy mal?

―Sí, murió; al menos ya no sufre.

―Mátalos.

―¿Cómo? Tampoco quiero ir a la cárcel.

―Con veneno, uno que se vaya muy rápido del cuerpo.

―¿Y dónde consigo algo así?

―Yo tengo. Pero tienes que estar segura, después no hay marcha atrás.

Luego de asegurar la firmeza de su decisión, idearon el plan y pasaron a dejar a casa de la madre de ella la coneja de chocolate... Envenenada.

―Yo me voy a ir a una cabaña que tengo en la costa, ¿quieres ir conmigo? ―le preguntó Lucas.

―Pero no tengo nada de ropa ni de nada.

―No te preocupes, yo tengo todo y ropa es lo que menos necesitaremos este fin de semana... ― le aseguró luego de darle un fogoso beso.







Lúthien Númenessë

Había tenido un dia horrible en el trabajo, pareciera que todos se habían puesto de acuerdo para fastidiarme hoy, como en esos programas de bromas pesadas, encima se me rompió un tacón bajando del bus. Cansada y con ganas de enviar a todo el mundo al demonio llegué a casa. Al momento en que abrí la puerta noté que algo no estaba bien, un dulce aroma me golpeó de frente, con precaución entre en la estancia, no tenía la energía necesaria para lidiar con algo más, al encender la luz de la cocina es que tuve un primer vistazo de él, un hombre cubierto únicamente por chocolate, me miraba con una sonrisa ladina en los labios y un brillo perverso en los ojos, la tentación pudo más que la razón y acepté su invitación a cometer uno de los siete pecados capitales... gula.







Ale Peña
 
Dos meses y tu ausencia pega cada vez más fuerte, continuar sin tu presencia física es más complicado de lo que nunca imaginé.

El pasado me dejó claro que algún día partirías, pero las posibilidades de que sucedieran de una forma tan cruel y dura nunca transitaron en mi mente, el estar rodeada de gente ayuda, pero el saber que no estarás al terminar el día me regresa a la realidad.

Una realidad donde suplo tu ausencia con sonrisas que no me pertenecen a mí, miradas robadas y quinoa con chocolate, tan amargo como mis momentos de soledad, cuando pienso en lo mucho que me haces falta.







Marifer Jorquera
Jessy y Joy habían arruinado mi vida…

Sí, porque mi corazón estaba arruinado.

Pensé que la vida era como la canción: “Nuestro amor sabe a chocolate” y solo conseguí engordar. Fui engañada por el sentimiento y por el estúpido de mi ex.

Mientras conmigo era frio y distante, con la otra era puro fuego. No hizo falta ver más en aquella fiesta.

Mi amor no se enfriaba. Aún seguía rodeada de corazones y cantando la bendita canción de Jessy y Joy.

Y cuando lo vi…

Todas esas frases de la canción me parecían locura y mentira. No era un príncipe, con suerte una “rata de dos patas”.

Ahora solo me refugio en los chocolates, esa adicción del terror con la que me quedé. 







Evelyn Cuellar (Felin)
Un Antojo

⏤No soy una idiota, no soy una... ⏤es lo que se repite Ella una y otra vez mientras espera la llegada de los servicios y repasa en su cabeza sus últimos movimientos.

Había sido un día complicado desde el primer segundo que abrió los ojos: los niños, el gas, el tráfico, el trabajo, sí, es cierto, tenía demasiadas cosas en la cabeza y un cansancio que la superaba aquella noche y lo único que le apetecía era llegar a casa y dejarse envolver por los brazos de Morfeo. Pero sus responsabilidades aun no terminaban y tenía que llegar a atender a su familia y hacer otras labores antes de ir a la cama. Por lo que de camino a casa pasó por una pizza para cenar, no tenía fuerzas para llegar a preparar algo, sabía que Edgar en algún momento se le reprocharía, al no cumplir con lo "mínimo" que una buena esposa y madre debería ser y hacer, pero estaba tan agotada, que no le importaba nada en ese momento.

En cuanto llegó la más pequeña de la familia, le dijo que quería un chocolate caliente, y a su petición, su unió el resto de la familia, normalmente en cualquier hogar no sería un problema, pero para Ella sí, ya que cada miembro lo tomaba diferente: con malvavisco, canela, vainilla, amaretto o como en su caso, con nuez molida. Su taza era la última que preparaba ya que si marido y uno de sus pequeños eran alérgicos y debía ser cuidadosa, pero después de que Edgar tuviera un ataque de tos mientras estaba peleando con ella como casi siempre y comenzará este a respirar con dificultad, Ella ya no estaba muy segura que taza le había dado a él.

⏤¿Qué has hecho idiota? ⏤fue lo último que dijo antes de perder la conciencia.

La mayoría del tiempo detestaba a su esposo por el maltrato que ha sufrido por años, pero jamás se le había pasado por la cabeza hacer algo contra él... o ¿sí?







Ana Monsalve
Sueños...

Estoy en la habitación del hotel, rodeada de flores y lujo, en medio de la estancia hay una cama enorme y un ventanal que tiene unas vistas preciosas del río que cruza la ciudad en el cual me pierdo por su belleza, estoy tan ensimismada en ello que los golpes en la puerta me asustan y me sacan de golpe de ese momento, se quien es, lo estoy esperando hace horas, voy a abrir y me encuentro con él, con su traje negro perfecto, y el cuello de su camisa abierto, entra en la habitación, me toma por la cintura y me besa, un beso profundo, lleno de ansias y promesas, no me doy cuenta cuando caigo en la cama, also mi vista me encuentro con él mirándome, me siento y el se agacha poniéndose frente a mi, en un movimiento hacia bolsillo saca algo de este, abre el envoltorio lentamente e introduce ese delicioso dulce en mi boca, este se comienza a derretir en ella, lo estoy saboreando cuando él se cerca a mi, puedo sentir su respiración en mi rostro, cuando abre sus labios y me dice:

- Amo cuando hueles y sabes a chocolate -. posa su boca en la mía con un beso exigente, que roba mi aliento, poco a poco abandona mis labios y va bajando por mi cuello lentamente, de una momento a otro comienzo a escuchar un sonido molesto hasta se me antoja perturbador, una música que odio cada vez que suena, me saca de golpe de ese lugar en donde estaba, mi despertador suena, ya es hora de levantarme, me siento frustrada y enfadada al darme cuenta que todo era un maldito sueño... otra vez.








Con cuál se quedan???

Muy diferentes no???

Y bueno, más o menos dentro de un mes les traeré la recopilación de los relatos de el mes de abril, que por cierto el tema es juguete, y creo que da para mucho este…

Gracias por leernos y besitos!!!




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