Enamorarme de Keira Bennett no estaba en mis planes. Físicamente, era todo lo opuesto a lo que buscaba en una mujer… por eso la elegí. Pero al escuchar su voz, al posar mi mano en la suave piel de su espalda… al tenerla tan cerca de mí, quise poseerla. No pensaba en nada más. Su mirada cautivadora y su actitud altanera, me conquistaron. Jugué todas mis cartas y gané. Tomé su cuerpo como había deseado desde que la conocí, pero herí su corazón. Fui frío, malvado y mezquino con la mujer que le dio valía a mi existencia y ahora estoy ardiendo en el infierno. Mi castigo: anhelarla, pensarla… hacerme una y otra vez la misma pregunta: ¿será capaz de perdonarme?
Como mencioné en la reseña anterior, el final fue… que en verdad no sabía a quién quería matar si a la autora por dejarnos así o a Sebastian que se ganó mi odio más profundo, así que esta segunda parte y última, está narrada en dos voces, por un lado él y por el otro a Kiera que nos sigue contando su historia después de que él le destrozara su corazón y quizá para mitigar un poco el dolor de la partida de Sebastian digamos que tropezó con la misma piedra que ya la había destrozado en el pasado, pero del que obtuvo su mejor regalo de vida que era su angelito, vemos esos intentos de ambos de comenzar de nuevo y darse una segunda oportunidad pasando por momentos muy duros como pareja y como padres, los vemos crecer y ver la vida de otra manera, todo esto es en el presente, y con capítulos que se van alternando, tenemos el pasado de Sebastian y OMG sip, así con mayúsculas, ahora podía entender esa frialdad, en esas palabras que dijo, el dolor que traía a cuestas y me conquistó de alguna manera al enterarme de su historia desgarradora. Después, ya llega un punto que está de nuevo en el presente y vemos que a pesar del tiempo, y su nueva situación, es que no ha logrado olvidar a esa morena que lo despertó en varios sentidos.
Se reivindicó Sebastian, lo comprendí, pero a pesar de eso, seguía sin gustarme tanto sus acciones, es cierto, estaba entre la espada y la pared, entre lo que deseaba y lo que era prudentemente lo correcto.
Algunos personajes secundarios toman más relevancia y le dan sentido a varias situaciones, la prosa es muy buena e igual desde el inicio me enganché y terminé muy pronto la lectura. Sí dije que la primera novela era muy emotiva, esta es mucho más por todas las revelaciones que vamos teniendo.
Al final, es una historia de amor que tomó su tiempo, en parte justificado y que los hizo madurar y crecer como personajes, pero a la vez injusto por el tiempo que estuvieron separados.
La verdad no quiero contar nada de los motivos de Sebastian, ya que no les quiero arruinar la lectura, pero solo les diré, que si no han leído estas novelas, pues no sé qué están esperando.
Momentos dulces, trágicos, desgarradores, emotivos, amorosos, apasionados, tiernos y hasta dramáticos es una historia que no te dejará indiferente y amarás a nuestros protas y alguno que otro más, y es curioso, aunque hay algunos que no me gustó su forma de actuar, ninguno se ganó mi desprecio jajaja muy equilibrada de nuevo la trama, temas y emociones. Buena lectura!!!
Mía Siempre es el cierre perfecto para Kiera y Sebastian, una historia conmovedora, triste, trágica que hizo que crecieran y maduraran para poder estar juntos. Un amor que se tomó su tiempo para estar juntos, quizá el necesario, pero no por eso justo. Con una gran carga emotiva, una prosa ligera, fluida y con varias sorpresas, es de esas lecturas que una vez que agarras no sueltas hasta terminarla. A veces el amor significa sacrificios y tanto Keira como Sebastian lo hacen. Muy buena lectura y ampliamente recomendada esta bilogía.
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