Cuenta Cuentos # 17
Viernes
CyElyn
Hello!!!
Bueno, como ya saben, este es mi viernes... wiiii!!! donde les comparto algún escrito por mi.
Hace un mes les conté una historia que por Miedos, a veces perdemos grandes oportunidades, y también les dije que estos relatos serían como mi versión de A Todos los Chicos de los que me Enamoré, así que hay una mezcla entre realidad y ficción... se podrán leer de forma independiente los relatos. y ya me dirán.
Por cierto, con este relao participé para ganar unos libritos de Urano que pedían una historia romanticismo o erótica, y yo me fui por el romanticismo, pero no gané... y si me animé a escribirlo y participar fue por Viry, pero se los enseño hasta hoy porque no se me hacía honesto mostrarlo antes que acabara el concurso, pero bueno, ahora sí, que chico conoceremos hoy???
Viernes
CyElyn
Aun no termino de asimilar lo que pasó anoche, es más, ni siquiera sé cómo me dejé convencer de ir en un principio. Jamás imaginé que mi noche de viernes que normalmente suele ser: chocolates, una taza de café humeante y un buen libro debajo de las mantas de la cama, o sofá —sí, soy una aburrida para mi edad, pero desde hace mucho la única diversión que gozo la encuentro entre páginas que me acompañan cada noche—, cambió después de escuchar a Viry en el teléfono que de manera insistente me pedía que la acompañara a la fiesta, que no quería ir sola y que era su última esperanza, total que llegamos a ese punto que sabía que mi única salida era decirle que pasara por mí a las ocho, y así de simple, con unas cuantas palabras mi noche de viernes cambió totalmente y fue el inicio de la mejor noche de mi vida —hasta el momento— porque la noche estaba cargada de muchas sorpresas que no solo cambiaron mi noche de viernes, sino que sé que afectará el resto de mi vida y de qué manera.
Han pasado casi 24 hrs y solo con el simple hecho de recordarlo, se me eriza la piel, mientras vuelvo a notar aquel revoloteo en mi vientre y siento como mi rostro comienza a arder por el calor que estoy sintiendo envolver todo mi cuerpo. Sonrío bobamente mientras imágenes llegan a mí recordando todos aquellos momentos, esos momentos que no me había percatado que eran reales hasta ayer. Siempre he sido solitaria, pocas amistades y novios —que brillan por su ausencia—, solo uno para recordar y me rompió el corazón de una forma que me prometí que no volvería a caer en ese error nunca más, y hablar de sexo, es que supongo que si no se usa después de un tiempo prolongado… vamos a quien quiero engañar, creo que nunca aprendí a “montar” la bicicleta bien o el tiempo suficiente.
Así que una vez que me vi sola en la fiesta, rodeada de gente que no reconocía por la oscuridad que predominaba en el lugar y una botella de cerveza en mi mano… solo me indicaba que mi noche sería así de aburrida. Ya a la tercera cerveza comenzaba a sentirme rara, que probablemente fue debido a la mezcla que hice después de tomar a aquella agua de sabor una vez que terminé mi primera bebida. El piso ya no se sentía tan firme y yo comenzaba a trastabillar cuando alguien me toma de la mano y me llevaba serpenteando entre un mundo de gente escaleras arriba. No puse ninguna resistencia. Cuando nos detenemos frente a una puerta comprendí que estaba a punto de hacer una locura y aun así atravesé el umbral. Lo que vi en esa habitación me dejó boquiabierta.
Cerca de la ventana había una pequeña mesa decorada con flores, velas, y vino. Cuando me giro para ver de qué iba la broma, estaba él. Arrodillado a mi lado. Era ese chico que en la universidad siempre estaba cerca de mí, que pateaba mi mochila cuando estaba en el suelo, el que me empujaba cuando se cruzaban nuestros caminos en algún pasillo, el que me hacía gestos en clases, el que en clase y en la biblioteca me lanzaba papelitos al cabello o que incluso “sin querer” lo jalaba, aquel con el que mis amigas bromeaban cada vez que lo veíamos a la distancia y me decían: ahí esta tú novio, el que me gustaba pero nunca lo dije en voz alta por creer que todo lo que sentía y veía estaba solo en mi imaginación. Pero hoy me doy cuenta que estaba en un error. Él reconoció que durante 4 años quiso llamar mi atención y nada le funcionó, que ahora que estábamos a punto de graduarnos no quería perderme para siempre, que ya habíamos perdido demasiado tiempo en tonterías, por lo que había decidido saltarse un paso y que además era algo que había deseado hacer desde que en una ocasión me vio sonreír en su dirección aunque sabía que no era para él y sin más, me pidió que me casara con él. Una pregunta que tuvo en los labios por mucho tiempo y que yo tenía el mismo tiempo deseando contestarla sin siquiera saber si existía esa pregunta en el aire... hoy estoy comprometida, con aquel chico que sin darse cuenta me había robado el corazón cuando en una ocasión mientras platicábamos en lo que esperábamos que llegará el profesor, yo lo miraba a los ojos mientras lo escuchaba atentamente y soltó una de esas risas que te pone la piel chinita e inmediatamente recordando que se había salido de su papel hizo una de sus acostumbradas caras y me enseño su lengua en plan de burla, como siempre lo hacía cuando estaba cerca de mí. En ese preciso instante supe que lo amaba. Fue un camino largo, pero por fin estaríamos juntos.
Hoy no hay miedos... estos vendrían después...
Nos leemos el próximo mes con otro chico para conocer.
PD: Sigo sin animarme a poner sus nombres y como que no me agrada ponerle seudónimos jajaja, quizá algún día se enteren como se llaman ellos.
Besitos!!
Wujuuu sí yo fui la instigadora :3 me alegro que te hayas animado a escribirlo y a participar, a mí me gustó mucho, es una pena que no ganaras.
ResponderBorrarSeguiré pendiente de la historia del otro chico xDD ya que un poco de cotilleo no hace daño. Y de nombres es mejor que se queden en suspenso, así da más curiosidad xDD
Un abrazo!