Día 22
Hello!!!
Y después de un mini
maratón de 22 días jajaja sí, creo que al final me emocioné y lo hice más largo
de lo que creí, lo bueno es que soy Grinch que si no… jajaja
Pues hoy, día de
Reyes, llega el final de este maratón navideño donde hubo de todo un poco:
conteos (recomendaciones) de libros (25 libros), películas (30 recomendaciones)
y música (12 canciones), 2 Booktags: uno de Navidad y otro de Año Nuevo, 12
reseñas (de novelas que tienen algo de Navidad en sus historias) y contando
esta última entrada, 2 Cuenta Cuentos uno que habla de Navidad y este de Reyes Magos…
así que para quien estuvo siguiendo el especial espero que alguna de las
recomendaciones o reseñas o algo les fuera útil para estas fechas o les sirva
para finales de este año.
Antes que se me
olvide, este relato de alguna manera tiene que ver con la historia que conté en
A Cada Grinch le Llega su Navidad y quien lo haya leído o para quien no, pues no
dude en hacerlo AQUÍ y podrán tener una idea del personaje principal y algunos
detalles que las une (aunque se pueden leer independientemente).
Y ya sin más rollos,
segundo y último Cuenta Cuentos y ultima entrada de este Especial Navideño.
Cuenta Cuentos # 8
Milagro Inesperado
by Felin
«Y milagrosamente
sobreviví».
Ese fue el primer pensamiento
que tuvo Alana el 1 de enero que despertó aun en casa de sus padres, después de
estar por 8 largos, eternos días viviendo —sobreviviendo en realidad— a toda su
familia que había decidido que pasaran sus vacaciones decembrinas ahí.
Hoy al mediodía salía
el vuelo de regreso a su casa, a su vida, a su espacio, a su soledad… a su
libertad y pasarán más de 3 largos, muy largos meses antes que tuviera que
soportar otra reunión como estás.
No es que no los
quiera - aunque si le dieran a escoger ella viviría a unos 30 mil kilómetros de
distancia por lo menos, lo que significaría que nadie invadiría su tiempo, sus vacaciones
serían a su gusto y ella podría ir a visitarlos cuando en verdad lo considerara
pertinente y no por sentimentalismos que sus padres o hermanos usan en ella
para coaccionar sus decisiones. Tan fácil como hacer videollamadas y asunto
concluido. Pero no, ella durante 8 largos e interminables días debe estar entre
llantos, pañales, chistes malos, platicas médicas sobre alguno de sus
familiares, recetas y sabrá Dios cuantas cosas más que no le interesan y donde
su única participación son monosílabos como respuesta o asentamientos de cabeza
mientras ella tiene la cabeza lejos de ahí por salud mental.
—Pero… —su madre le
dice cuando entra en la habitación, la que Alana tuvo cuando vivía con ellos y
que a pesar de tener más de 12 años de haberse independizado, las sabanas y
demás adornos siguen siendo los mismo, por supuesto, todo con una súper-ultra
cuidadosamente limpieza que le hace sospechar que su madre limpia esa
habitación cada día— no entiendo cuál es la prisa para que te marches Alinita…
—Alana, madre —sigue
detestando ese diminutivo que usa para llamarla—, te lo expliqué el día que
llegué, por el trabajo no me puedo quedar más días y…
—Yo pensé que te
quedarías hasta Reyes, que dejarías debajo del árbol tu zapato y esperarías
ansiosa que…
—Ya no soy una niña,
ma… —al ver el ojo Remi de su madre amenazando por correr la primera lagrima
por su rostro, endulza un poco el tono de voz— …má, yo sé que no paso todo el
tiempo que quisieras con ustedes, pero el trabajo, no me puedo quedar más
tiempo… además, si recuerdas Felin y tus 5 nietos están en casa solos, y no se
me hace justo pedirle a Mariana que los cuide por más tiempo… además que los
extraño mucho y ella también debe regresar a su casa.
—Pero, ¿y la rosca? —se
sienta en la cama interponiéndose entre su hija y la maleta— sé cuánto te gusta
la que yo preparo.
—Será para el próximo año
—se siente mal por darle un pretexto tan falso porque sabe que le está
mintiendo, esto se lo ha dicho los últimos 5 años—, este año no puedo.
—Un día más, eso es lo
único que te pido.
—¿Cómo?
—Mañana puedes
regresar a casa. Rompiendo la tradición, prepararé la rosca y la cortamos el
día de hoy en la noche, con la condición de que antes que te duermas dejes tu
zapato en el árbol y una vez que veas lo que hay para ti, te podremos llevar al
aeropuerto.
—¿Así de fácil les romperás
la ilusión a tu nietos?
—Les diremos que los
Reyes Magos han hecho una excepción por ti que te tienes que marchar y haremos
todo para ellos el verdadero día.
Salió de la habitación
con una sonrisa triunfante en los labios y al tiempo que Alana llamaba a la aerolínea
para cambiar su vuelo. Y como quedó con
su madre, esa noche cenaron rosca mientras les daban mil explicaciones a los niños
y por supuesto no les contaron nada del zapato para evitar una revolución.
«Solo son 24 hrs»
Al día siguiente, ya
con la maleta echa bajaría a desayunar, recogería su presente y saldría
corriendo al aeropuerto y regresaría a su vida. Jamás imaginó que su madre sin siquiera
tocar la puerta entraría con una gran sonrisa al tempo que decía:
—Es un milagro. —Y abrió
las cortinas de la habitación.
Alana no podía creer
lo que estaba viendo. La CDMX está blanca… ¿Alguna vez la ciudad había tenido
una tormenta de nieve que ni siquiera se podía ver la casa al otro lado de la
calle?
Y como lo esperaba,
esta tormenta al tomar una ciudad desprevenida ya que jamás había tenido algo
parecido, las carreteras y el aeropuerto estuvieron cerrados por días, (motivo
por el cual partió una segunda Rosca de Reyes), y debajo del árbol el día 6 de
enero junto con su zapato de tacón, encontró: una pijama de gatos, una caja de
chocolates y un borreguito de felpa… todos estos regalos le recordaban aquel
año, el último en que creyó en la magia de los Reyes Magos y descubrió la
verdad. Tenía 11 años y lo que les pidió de regalo en aquel entonces no se lo
cumplieron y esta vez tampoco, aunque esta vez no escribió una carta, ni pidió
eso, pero sonrió ante aquel recuerdo inocente.
El clima había
mejorado notablemente y ahora era libre. Aparte de que extrañaba a sus bebés, han
pasado demasiados días lejos de ellos y Mariana ha sido un sol al estarlos
cuidando todos estos días, pero era momento de regresar a casa, a su vida.
En el momento en que
puso un pie en el aeropuerto de Cancún, ella sintió que podía respirar sin esa
carga que había sentido los días pasados, y mientras caminaba hacia el sitio de
taxis, tropezaron con ella haciéndola caer de rodillas. Cuando estaba a punto de
gritar todo el repertorio que tenía de groserías, el chico con ojos grises más
bellos que hubiera visto en su vida, le estaba pidiendo perdón en italiano repetitivamente
mientras le ayudaba a ponerse de pie y encarecidamente le suplicaba que
aceptara ir a tomar un café.
Tal vez este año, Los
Reyes Magos si le trajeron el regalo que pidió hace muchos años. Todo puede
empezar por un café o ¿no?
Que les pareció???
Siempre lo he dicho, no
soy escritora y tengo muchos fallos, este solo es un pasatiempo que tengo para
contar algunas historias que a veces se me ocurren, así que no esperen
historias hechas por un profesional, pero si con escritas con mucho amor.
Gracias por leerme,
por acompañarme en esta locura, no sé si vuelva a hacer algo parecido este año,
pero espero les fuera de utilidad, se hayan divertido y servido, que lo hice
con mucho cariño.
Y nos leemos en unos
días, que tengo que preparar el recuento de los daños, top de lecturas, retos
para este año y ya después retomaré el ritmo normal del blog que es el viernes temático
(secciones) y dos o tres reseñas a la semana.
Muchas gracias por
iniciar este año conmigo, espero lo sigan haciendo este 2017.
Que este 2017 venga
cargado de bendiciones, triunfos, salud, amor y excelentes lecturas!!!
Besitos!!!
Hola apenas me paso a leer el relato xD lo siento
ResponderBorrarMe gustó el relato y más el mensaje de convivir y estar en familia. A veces uno no se da cuenta de la fortuna que es poder pasarlo rodeado de seres queridos hasta que es muy tarde.
Mi única crítica es que cambiaste algunos tiempos verbales.
Besos y abrazos ^^