FelinDreams Cuenta-Cuentos # 1
Quizá algunos lo sepan, a lo mejor a otros ni les interesa pero yo me inicié en esto mundo bloguero precisamente compartiendo pequeñas historias (one shots), una novela completa y otra abandonada y algún intento de poema-poesía... no soy profesional ni pretendo hacerlo, pero tengo mi pequeño espacio -antes que este- y aunque lo tengo un poco abandonado (espero pronto poder publicar más seguido), pero si le quieren dar un vistazo (en la pestaña también está puesto), así que espero se animen a entrar a Historias FD y me cuenten que les parecen mis atrocidades.
Así que una forma de compartir esta pequeña pasión con ustedes me animé a que una vez al mes publicaré Cuenta-Cuentos como una de las secciones que salen los viernes y está por obvias razones tratará de un alguna historia corta 100% escrito por mi. sí que espero jitomatazos, abucheos, aplausos o los que se les ocurra.
Tu Sonrisa
Había sido un fin de
semana maravilloso, sé que ahora que tengo que regresar a la realidad deberé
enfrentar a mi padre. No puedo decir que no me ama, tiene una forma extraña de
demuéstramelo. Pudo haberme enviado a vivir con alguno de mis abuelos, ya que
sé perfectamente que él me culpa a pesar de que yo no hubiera tenido la culpa
en realidad, pero a veces cuando me observa de esa manera tan fija, torciendo
ligeramente sus labios hacia la izquierda, baja unos escasos milímetros la ceja
derecha que aparece junto a ese pequeño tic, ese temblor en el ojo, es porque
está recordando ese día, cuando la perdió a ella y yo llegué a su vida.
Nunca me ha puesto una
mano encima aunque ganas no le han faltado, pero cada vez que habla con ese
tono ligeramente ronco, frió es como si me golpeara y la verdad es que así
golpea mi alma, esa que llora en silencio y se desgarra cada día más.
Tal vez por eso he
buscado esas caricias, eso amor en otros hombres, ese que me ha negado él toda
mi vida. He recibido migajas solamente de ellos. Tampoco es que haya estado con
tantos, pero a mis casi veintiún años es increíble que esté a punto de llegar a
una cifra de dos dígitos. Mis amigas (que en realidad puedo contar con una mano
y me sobran dedos), solo han tenido uno o máximo tres, y una de ellas sigue
siendo virgen… yo desde muy pequeña di ese «regalo» hace como siete años,
esperando sentirme amada y solo fui utilizada. No me he acostado con todos,
tampoco soy una imbécil, aunque decir que he estado en la cama con la mitad de
ellos no me enorgullece.
Ethan fue diferente
desde el principio, él fue… es mi amigo, mi confidente, pero lo más probable es
que cuando se enteré de toda la verdad, de esa que no me atrevo a hablar con
nadie, él también me abandonará.
Cuando llegue ese
momento me preocuparé, hoy, en este instante debería estar deleitándome con el
majestuoso escenario que nos rodea que parece salido de un cuento de hadas, una
pequeña escarcha adorna la copa de los arboles más altos al igual que las
montañas que nos rodean. Los rastros del invierno se están desvaneciendo para
darle ya cabida a esa primavera que parece tener urgencia por demostrar su
belleza.
Estar durante tres
largos días —aunque los sentí tan cortos— que no deseaba que se terminaran
llegaron a su fin y después de pasar en esa casa de descanso de los padres de
Ethan junto al lago, es doloroso tener que regresar a casa, y ver ese tic en el
ojo de mi padre cada día o convivir con sus largos silencios mientras estamos
sentados en la mesa o en cualquier lugar que coincidamos. De solo recordar me
duele el pecho y me cueste trabajo respirar.
No hago ningún
movimiento extraño, pero parece que Ethan ha notado algo en mí para que voltee
a verme y deje de ver unos segundos el camino que tenemos adelante.
Le sonrío de regreso y
no puedo apartar la vista de ese rostro de quijada marcada y esos hermosos
hoyuelos que se le hacen en la mejilla. Un año ha sido suficiente para que me
aprendiera de memoria cada línea de su rosto, cada musculo de su cuerpo, todas
las diferentes miradas que me dedica… pero lo que más me gusta de él, es que
cuando sonríe, me sonríe lo hace con todo su cuerpo e ilumina mi vida, mi ser.
—Si sigues
observándome de esa manera, podemos tener un accidente —me dice al tiempo que
pone esa sonrisa en sus labios y me hace un giño con su ojo.
—¿Y qué más da? —le
respondo lo más seria que puedo—. Hace un año, exactamente un año tuve un
accidente en esa curva, —le digo sin quitarle la vista de encima y cabeceo hacia
el frente, al camino, donde hay una curva en la carretera— y mi corazón se
detuvo, no podía respirar y…
Se pone lívido en un
instante, disminuye un poco la velocidad y sin quitarle completamente la vista
a la carretera me ve de reojo con cierto nerviosísimo.
—¿De qué estás hablando Eileen? —su voz
tiembla ligeramente—. Me habías dicho que nunca habías venido a…
—Es cierto, nunca
había venido aquí —sin poder aguantarme más la risa, trato de disimular
todavía—. A la curva que me refiera es esa que me mostraste apenas hace unos
segundos.
Suelta un suspiro, ya
que parece estaba conteniendo la respiración e inmediatamente vuelve a poner
esa curva que hace que mi corazón se detenga y deje de respirar.
—Puff, Leen —vuelve a
sonreír—, eres increíble ¿lo sabes?
—Solo cuando estoy a
tu lado, además, ¿cómo que te he asustado? ¿este viaje no fue para celebrar
nuestro primer año de conocernos, de la primera vez que volteaste a verme y me
sonreíste?
—Y de seis meses que
me dijiste que me amabas… claro después de que yo te lo dije primero.
—¿Ahora te queda claro que hace exactamente un
año, mi corazón dejó de latir y no podía respirar, por culpa de esa curva? —y
sin más resistencia solté la carcajada.
—Entonces, también
deberías tomar en cuenta que ese día hubo dos accidentes, solo que el mío fue
en otra curva.
Eso hace que se me
olvide a la que me voy a enfrentar en un par de horas en casa. Y de nuevo él se
da cuenta de mi preocupación.
—Déjame hablar con tu
padre y…
—Eso complicaría las
cosas Eth.
—Confía en mí, no
estás sola.
—Lo sé.
Pero también sé que si
él se presenta en casa, las cosas se pondrían peor que nunca. Y más ahora que
mi tía Lisseth está en casa de manera indefinida. Ese motivo fue el último
empujón que necesitaba para decirle a Ethan que hiciéramos este viaje, durante
semanas me trató de convencer y yo me negaba, pero ¿cómo seguir negándome
cuando el infierno estaba punto de
entrar en casa? sí de cualquier manera me hará la existencia imposible, que sea
con provecho, digo yo.
Que les ha parecido??? les gustó algo???
Gracias por leerme y las veo con otro Cuenta Cuentos en un mes!
Besitos!!!
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