Rubinrot - Reseña Cine

Rubinrot 

Ruby, La Última Viajera del Tiempo

2013

En casa de Gwendolyn Sheperd nada ni nadie es del todo “normal”, empezando por su excéntrica (¡y cotilla!) tía abuela Maddy, que tiene extrañas visiones, pasando por Lucy, que se escapó de casa hace 17 años sin dejar rastro alguno... Y para acabar, también está Charlotte, su encantadora y (rabiosamente) perfecta prima, quien, según parece, ha heredado un extraño gen familiar que le permitirá viajar en el tiempo. Pero un increíble secreto está a punto de salir a la luz: la portadora del misterioso gen para viajar a través del tiempo no es Charlotte, ¡sino la propia Gwen! Ella es, en realidad, la duodécima (¡y la última!) viajera en el tiempo y se dice que cuando su sangre se una a la de los otros once viajeros, se cerrará el misterioso “Círculo de los doce”. Para obtener más información, Gwen deberá viajar al pasado y por suerte o por desgracia, no lo hará sola: la acompañará el undécimo viajero en el tiempo, el arrogante, atractivo y sarcástico Gideon, con quien va a vivir algo más que una peligrosa carrera a través del tiempo…

 Desde hace tiempo y por falta de tiempo es que no he podido leer los libros en que está basada esta película. Aunque sabía que era de corte muy juvenil, es que me atraía mucho por el hecho de que hubiera una viajera del tiempo, por si no sabe de qué libros hablo es de Ruby de Kerstin Gier que es pate de la trilogía de Piedras Preciosas.

Y cuando navegando me encontré la peli, pues decidí que sería una manera de empezar con la historia… y oh gran decepción.

Desconozco si el libro están bobo como lo que se ve reflejado en la película, pero en verdad llegó el momento en que me pregunte si no estaba viendo a Mildred Embrollo (Mildred Hubble, normalmente es un error traducir nombres pero dado que es para niños, podemos ignorar eso) que está basada en libros infantiles sobre una bruja (The Worst Witch) que como su nombre dice Era la Bruja Desastrosa y por lo menos aquí en México hace algunos años había una serie que era pasada por el canal 11 —y aquí sale a la luz la niña interior que todavía llevo— y que se notaba que era una producción de bajo presupuesto, boba hasta cierto punto pero que me entretenía —para que lo niego—, pero en verdad la forma en que fue llevada la historia, los personajes creí que había retrocedido en el pasado y Mildred ahora no era bruja, sino era una viajera en el tiempo… así que en parte se podrán imaginar mi decepción al ver esta película. Y siendo sincera, creo que estoy siendo muy injusta con La Bruja Desastrosa.

La sinopsis  realmente cuenta de que va la película, así que no tiene gran caso que hablo de qué va, otra vez.

Me parece que quisieron abarcar tantas cosas que la película quedó muy corta contando la historia y se ve todo corriendo que no te deja disfrutar nada, ni emocionarte, angustiarte… no despertó en mi nada… bueno, sí, desesperación de a qué hora te terminas…

Pocas veces una película me ha desesperado a este nivel, algunas veces me he dormido, otras trato de hacer como que nunca pasó y otras me hace sentir tan miserable que ni un lamento puedo hacer jajaja si ya sé sueno tan melodramática en estos momentos, pero en verdad, ahoa estoy pensando seriamente qué hacer con estos libros porque miedo me da encontrar lo mismo dentro de sus páginas.

La película es alemana, no sé si alguna vez haya visto una realizada en este país, supongo que la versión que vi estaba doblada al inglés y subtitulada en español por lo que se veía muy chafita (y aquí quizá la debí tratar de conseguir en español totalmente), pero bueno, independientemente del idioma yo la vi muy mal actuada, algo así del estilo de telenovela de televisa donde parece que los actores están todos estreñidos y se sienten tan mal que no tienen expresiones faciales y actúan de manera tan plana que en el mismo tono te pueden decir te amo, a tengo diarrea… así que ya se pueden imaginar que tan mala es según mi opinión haciendo estas actuaciones. Y yo no soy experta ni cerca estoy de serlo, pero… puff dos horas que pude haber aprovechado leyendo, durmiendo, comiendo o simplemente sentarme en el sofá y mirar al infinito y más allá mientras ponía la mente en blanco y cualquiera de estas actividades era una opción mil veces mejor.